José Luis Ortega Vidal  

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(1)  

Dada la escasa cultura y educación política de nuestra sociedad, formamos parte de fenómenos sociales cuyas vinculaciones entre sí no observamos, mucho menos entendemos y de ninguna manera asumimos como producto de una responsabilidad propia: individual y colectiva.  

Uno de ellos es la rapacidad política.  

La existencia de dos o tres o cuatro o más grupos disputándose el control del poder oficial al cual asignan la condición de botín -muy lejos de su naturaleza ideal de espacio para la construcción de una sociedad mejor- parece un suceso natural, válido…  

En un ejercicio democrático pleno el ciudadano se sabe y asume como lo que verdaderamente es: dueño del poder político y no normaliza luchas por el poder bajo condiciones al margen de la ley o del comportamiento ético.  

Por lo contrario, en una coyuntura y circunstancia antidemocrática, el ciudadano actúa como cómplice.  

(2)  

 Observamos como algo normal -por ejemplo- el calificativo de “traidores de la patria”, a legisladores que votaron contra la Reforma Eléctrica…  

El anuncio del líder nacional de MORENA, Mario Delgado, de presentar una denuncia contra diputados federales por esa presunta traición fue rechazado hasta por la bancada morenista por descabellado y proclive al ridículo…  

Empero la sola idea convertida en un elemento del discurso nacional desde el partido en el poder contiene un tufo que alerta: el de la intolerancia política y más aún del ataque al contrario por el simple hecho de ubicarse en un punto distinto al propio en el espectro ideológico…  

Cuidado.  

                                                                 (3)  

Existen dos versiones -de fuentes distintas- sobre la presencia del secretario de gobierno, Erick Patrocinio Cisneros Burgos, en el sur de Veracruz, días previos a la consulta popular sobre revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador realizada el pasado diez de abril.  

Una lo ubica en el rancho del diputado Esteban Bautista Hernández en el municipio de Tatahuicapan, al cual ha gobernado el legislador anfitrión.  

La otra ventila un encuentro en un domicilio particular de Soconusco, municipio gobernado por Cuauhtémoc Baruch Custodio.  

El alcalde morenista habría acudido pero el evento no fue en alguna de sus propiedades, se nos explicó.  

 En la reunión en Soconusco el secretario de gobierno habría actuado con prepotencia y en una actitud soez habría exigido a los ediles una participación copiosa de votantes.  

• Resultado de aquella operación del “número dos” en el ejercicio de poder en Veracruz, el de Cosoleacaque fue el distrito que más votos aportó durante el ejercicio de democracia directa celebrado el diez de abril con la aportación de 110 mil 734 votos, muy por arriba de Coatzacoalcos y de Minatitlán y superando apenas al distrito XVII de Cosamaloapan.  


• Hubo insultos y amenazas de parte del secretario de gobierno para los ediles con quienes se reunió en Soconusco, narró -perplejo- un testigo.  

(4)  

 En Soconusco hay quejas y pruebas sobre el relleno de urnas para elevar el número de participantes a gusto de quien exigió tal resultado y sin importar el uso de añejas prácticas mapacheras.  

Todo eso por lo que se luchó durante décadas -y que costó muchas vidas- para encontrar finalmente el camino de la democracia, se estaría traicionando hoy en día.  

Y tal como ocurre con un discurso de intolerancia desde el poder federal, la idea de ganar a como dé lugar, ganar siempre que haya una competencia, ganar por ganar aunque se trate de una situación absurda donde se compite contra uno mismo, es algo que empieza a convertirse en normal, natural, válido como de hecho lo fue décadas atrás, en los tiempos de la llamada dictadura perfecta…  

Otra vez:  

Cuidado.  

Los procesos electorales del 2022, 2023 y 2024 arrojarán luces sobre la conciencia o falta de conciencia de la sociedad civil sobre estas atrocidades.