Agustín Contreras Stein

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COBRA especial importancia la posibilidad de que la oposición, integrada por los principales partidos políticos de México, comience, de verdad, una gran cruzada nacional, para defender los principios democráticos, aprovechando, más que nada, desenmascarar las acciones del actual gobierno, generando un movimiento político y social que salve a la república, reestableciendo el orden constitucional y recobrando la esperanza de una vida segura, demandando la plena garantía de paz,  tranquilidad, y respeto absoluto a los gobernados.

Para los efectos, se requiere que todas las organizaciones políticas, estén completamente unidas y propongan un nuevo orden nacional, que disponga, primero, demandar del presidente, un verdadero estado de derecho, respetando las garantías del pueblo, principalmente, aquellas que tienen que ver directamente con la seguridad de todos, devolviendo la paz y la tranquilidad que tanto anhela nuestra sociedad.

El intento personal del dirigente nacional del PRI, que no parece avalado por la unidad política de los partidos de la coalición, de buscar el apoyo internacional en contra del presidente de la república, más bien es un acto aislado, salpicado de otros intereses personales que no son, según se tiene entendido, parte de los acuerdos del bloque opositor, ni corresponde a una primera estrategia política, que debiera imponerse internamente, como un problema nacional y frente a todos los mexicanos en general.

La cruzada nacional, tiene que ser convocada por los partidos políticos, sí como de grupos y organizaciones políticas y sociales del país, pues son ellos, los que están mejor organizados, para cumplir con esta enorme responsabilidad de rescatar a México. No se puede continuar con el apetito incontrolable de poder de un solo hombre, dejando que el país se le deshaga entre sus manos por no saber gobernar con prudencia, paciencia e inteligencia.

México, ya es un caos de violencia, de inseguridad, desorden administrativo, y una galopante corrupción, hechos provocados por todos los caprichos personales y un constante enfrentamiento con la sociedad.

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ALITO, GENERA DIVERSAS ESPECULACIONES.

POSIBLEMENTE, los problemas personales de Alejandro Moreno Cárdenas, lo estén obligando a tomar decisiones inesperadas, dejando a la deriva el control político del PRI, tanto en lo interno como lo externo, en momentos cruciales para la organización política, sobre todo, por su responsabilidad dentro del bloque opositor, cuyo proceso de afinación en los acuerdos, se retrasa más y pierde tiempo en el campo del proselitismo nacional.

Por ahora, se ha acelerado el propósito de Moreno Cárdenas, para denunciar al presidente López Obrador, ante las instancias internacionales, donde no parece ser un acuerdo de la oposición, sino más bien, un asunto que compete a cuestiones personales que enfrenta por su pasado gobierno en el Estado de Campeche.

La decisión de salir del país, no tan solo genera especulaciones, sino también controversias internas del partido que dirige, dando margen a que sus enemigos políticos le den otra lectura a este proceder.

No se sabrá, entonces, hasta que se cumplan los propósitos de Moreno Cárdenas, lo que puede suceder en el futuro inmediato, pues con todo esto y algunos otros males de los demás partidos políticos de oposición, se ve difícil que se puedan cumplir los acuerdos de la coalición, tomando en consideración que estos hechos no fortalecen a nadie, pero sí los demerita ante los ojos de la vida nacional.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.