Agustín Contreras Stein

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 EL PRESIDENTE López Obrador, está, como es su costumbre, encaprichado con desaparecer en el Instituto Nacional Electoral, lo más fundamental de toda democracia, es decir, respetar el voto ciudadano, con los resultados que se den en cualquier jornada electoral.

Ya vamos en el plan “C”, elaborado por el gobierno, bajo instrucciones precisas por él mismo, con lo que, se dice, podríamos llegar, incluso, al plan “Z”, aunque esta posibilidad se ve demasiado remota, en virtud de que solamente le queda a su gobierno, escasamente un año y medio. Mientras tanto, los procesos electorales que ya están en marcha, tendrán que definirse de acuerdo a las actuales disposiciones electorales y bajo los procedimientos que el INE, ya tiene encaminados.

Cuando menos, también se dice, esta practica de ir acomodándose a los tiempos electorales, con planes diversos que no le dan resultados al presidente, solo le sirven como meros distractores, pues sabe bien que, si todo terminara con el plan “B”, ya no habría motivos suficientes para seguir, desde la mañanera, con su prédica constante de culpar a los demás de todo lo que le ha estado sucediendo en el ejercicio de sus funciones presidenciales.

Su insistencia de terminar con el INE, o cuando menos de acomodar sus propios alfiles dentro del organismo, es lo que más le ha ocupado en estos tiempos, pues como es de saberse, la reforma electoral, no cuajó como él hubiera querido, de tal manera que continuará en la posibilidad de desmantelar a esta institución que garantiza, incluso, para él mismo, que los procesos electorales sean confiables para todos los mexicanos.

Pero, en todo esto, lo único que se ve es la desesperación que tiene de no estar plenamente seguro de que su partido gane las elecciones limpiamente, por lo que es necesario que utilice estas estrategias para asegurar el triunfo electoral, y seguir, desde donde se encuentre, manejando la política nacional y ejerciendo el poder tras el trono. López Obrador, es un insaciable del poder y si no consigue lo que se propone, por la vía legal, téngalo por seguro que intentará obtenerlo ilegalmente, tal y como se ha visto durante estos cuatro años y medio de gobierno.

Si todo estuviera a su favor, como muchos creen, no tendría necesidad de acudir a todas estas estrategias o abusos de poder.

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Y DANTE, CREE GANAR SOLO

RESULTA QUE POR MÁS que le han dicho a Dante Delgado Rannauro, que se sume a la coalición, no responde a ninguna invitación y eso es reflejo, asimismo, de un posible complejo de superioridad y bien poseedor de una arrogancia y soberbia política, que no le llevará a nada positivo.

Sin embargo, reconociendo que el ex gobernador de Veracruz, es un verdadero animal político, poseedor de una vasta experiencia política, lo más probable es que con su actitud tenga que ver con otros intereses políticos que van más allá de lo que es conocido o se puede conocer.

Dante, sabe que se encuentra en el momento oportuno de poder sacar mayor raja política y económica, participando por sí solo con su partido, que aliándose con los demás partidos políticos que integran el bloque opositor.

Seguramente ya pactó algunas posiciones políticas y financiamiento para su partido en las próximas campañas, sabedor de que una coalición política, en las condiciones en que se ha estado integrando, no tenga la suficiente fuerza para ganarle a Morena. Es tiempo, para él, de cosechar algo de lo que todavía no siembra, pero que en promesas ya ha comenzado a pagar, aunque, finalmente, no tenga el suficiente capital político de su partido, para ofrecer, desde ahora, en posible intercambio.

Y Dante, no es que, de verdad crea que puede ganar solo, sino sencillamente, ya hizo cuentas y le conviene más contribuir con quien detenta el poder. Su actitud no muestra otra alternativa.

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.