A pesar de la desconexión de la gran mayoría de los funcionarios públicos de la saliente administración estatal, incluido el propio gobernador, con los veracruzanos y todo lo que es público, el sistema priísta hará uso de todas las acciones legales y no, para tratar de sostener la hegemonía en Veracruz. Sin embargo, el principal enemigo es, desde ahora, la percepción pública de los priístas y que será aprovechada sin duda alguna, por la oposición en la galopante campaña por la gubernatura.

La lógica de Héctor Yunes Landa y el PRI, es utilizar a todos los partidos y candidatos independientes para sumarle estructura y votos en las 10 mil 500 casillas que se instalarán en los 30 distritos electorales el primero domingo de junio, para hacer frente a la alianza PAN-PRD que tendrá 30 candidatos a diputados locales con dos representantes por cada partido, es decir cuatro por casilla, un total de 42 mil defensores.

Por eso, el PRI y sus aliados -Partido Verde, Nueva Alianza, Cardenista y Alternativa Veracruzana- le apuestan a los 30 candidatos a diputados locales que significan dos representantes por casilla en cinco partidos integrantes de la coalición, son un total de 105 mil veracruzanos que asistirán a las casillas para cuidar los votos.

En términos de ley, tendrán derecho todos de colocar al menos dos representantes en cada una de las 10 mil casillas, lo que significa que el aspirante priísta puede alcanzar los 105 mil defensores de sus votos, pero para que lo defiendan requieren el pago de la capacitación y remuneración puntual desde ahora hasta el día de la jornada electoral.

En esta lógica, el candidato del PRI no está interesado en el Congreso Local, por lo visto sólo quiere llegar a la gubernatura y de los aspirantes a las diputaciones obtener votos aunque la alianza del PAN y PRD aprovechen esa confusión ciudadana para obtener los votos suficientes en cada distrito y obtener suficientes espacios en la LXIV Legislatura de Veracruz y ejercer en el hipotético caso de que gane el PRI y su candidato, el equilibrio de poderes.

En la alianza Por un Veracruz Mejor el PRI postulará sólo 13 candidatos a diputados locales en alianza con otros partidos políticos y los 17 restantes serán postulados sólo por el tricolor, lo mismo sucederá con el resto de los partidos participantes en la coalición y en la contienda local.

Es decir, el Partido Verde, Partido Cardenista, Alternativa Veracruzana y Nueva Alianza postularán también a 17 aspirantes a las diputaciones por su cuenta, que lucharán por conseguir triunfos electorales y en ese proceso combatirán en esos distritos con los postulados por el PRI y en consecuencia, los pondrán en riesgo de no ganar y llevarse entre las patas al candidato a gobernador como parte de un daño colateral.

Y es que para los candidatos de los partidos políticos de la alianza Por un Veracruz Mejor, que asistirán solos a la contienda, será difícil la promoción de un voto diferenciado para abonar al candidato del PRI cuando sus partidos tendrán candidatos al gobierno de Veracruz.

En términos matemáticos es factible la estrategia priísta, pero en la realidad se convierte en un esquema operativo de alto riesgo que puede llevar a una derrota al candidato a gobierno de dos años, y generar un efecto domino en la mayoría de las candidaturas a las diputaciones locales.

El aparato priísta busca también colocar candidatos en otros partidos no aliados de manera formal pero sí de facto como el Partido Encuentro Social, el Partido del Trabajo y en algunos distritos en MORENA y Movimiento Ciudadano para fortalecer su estructura.

Enfrente, el virtual candidato del PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares acude a la campaña con menos representantes en las 10 mil casillas, los del PAN y del PRD, pero en su condición de oposición, tiene la posibilidad de manejar a capricho la percepción pública desfavorable al PRI y los administradores de Veracruz.

En conclusión, la apuesta de Héctor Yunes Landa será en la estructura y en un discurso crítico al gobierno actual pero sin mucha credibilidad, ya que se trata de su mismo partido, mientras que su opositor y primo Miguel Ángel Yunes Linares tendrá menos estructura pero mayor crédito en su discurso de aplicar la ley a los saqueadores de Veracruz.

JUICIO A DUARTE

EL escándalo de la supuesta salida del gobernador Javier Duarte de Ochoa se reduce a un mero calambre mediático hasta ahora ya que no existe una petición formal de juicio en contra del gobernante, el propio Jesús Zambrano presidente de la Cámara de Diputados lo aclaró pero también dijo que se está en espera de atender una posible demanda en ese sentido en el Examen Previo y que en términos legales, un juicio político es amplio y puede fortalecerse desde varias vertientes, desde la gobernabilidad hasta el manejo de los recurso públicos.

Mientras que, los diputados federales del PRI y en especial los veracruzanos han mostrado una imperceptible defensa de su jefe político, sólo el Coordinador de la Bancada, César Camacho Quiroz ha declarado que se trata de un tema electoral, pero también en un tenue tono.

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