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Duarte: saqueo y agandalle
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2016-08-08 - 09:22
Hay funcionarios arrogantes y gandallas del agonizante duartismo que están viendo la tempestad… ¡y nomás no se hincan!
Y es que si ya saben que deberán entregar el poder al peor enemigo político de su jefe, no se entiende por qué entonces algunos mal llamados servidores públicos siguen poniéndosele de pechito al gobernador electo que viene con la espada desenvainada.
Uno de estos casos que acaba de saltar a la luz pública es el del subsecretario de Promoción Turística, José Guillermo Herrera Mendoza, quien hace tres semanas, haciendo gala de su influencia por sus complicidades con el alto círculo del poder duartista, dispuso de toda la fuerza del Estado para “recuperar” una residencia en la que vivió a finales del régimen del gobernador Fidel Herrera Beltrán cuando despachó como titular de la Secretaría de Comunicaciones; un inmueble valuado en 5 millones de pesos y que supuestamente le fue prestado por el polémico empresario constructor Fernando Padilla Farfán.
Sin embargo, ahora Herrera Mendoza, en el colmo de su desfachatez, ha demandado a la señora Begoña Ballester (ex esposa de Padilla Farfán) para apoderarse de una casa que nunca ha sido de su propiedad y que según otras versiones nunca le fue prestada por la señora ni por el constructor, sino que él la ocupó por sus pistolas en tiempos del fidelismo.
Según comentarios vertidos por personas allegadas a Padilla, en reiteradas ocasiones le pidieron la residencia a Herrera Mendoza pero éste se negó a entregarla. Desde hace más de dos años la dejó de ocupar, por lo que sus legítimos propietarios decidieron arrendarla. Al darse cuenta Guillermo Herrera que ya estaba ocupada, el sábado 16 de julio del presente año, usando y abusando de la estructura del Gobierno de Veracruz, específicamente de la Fiscalía General del Estado y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), llegó al inmueble mencionado, ubicado en la calle Pico de Orizaba No. 4 de la colonia SIPHE ANIMAS en la ciudad de Xalapa, custodiado por una docena de patrullas de la SSP y de la Policía Ministerial, cerrando de manera prepotente las calles aledañas y allanando de forma violenta y arbitraria la casa de Padilla; golpeando a las personas que ahí habitaban, haciéndole una declaración falsa y firmándola apócrifamente, despojando de la propiedad a los inquilinos con golpes y amenazas; inventando un robo de muebles que supuestamente tenía dentro de la casa; diciendo que dichos muebles supuestamente robados, están en una bodega ubicada en Corral Falso, congregación del municipio de Emiliano Zapata, en un predio en el que el empresario constructor tiene su parque de
maquinaria, por lo que desde entonces dicha bodega se halla custodiada permanentemente por patrullas ministeriales y de la Fuerza Civil del Estado, entre éstas las que poseen los números económicos XA-016, XA-010, XA-006, XA-001, XA-005, XA-017, XA-021, de la Policía Ministerial, y las 14-772, 14-899, 14-1172, 14-2367, de la SSP, las cuales se van turnando para que en ningún momento quede sin vigilancia el lugar, como si se tratase de un asunto de seguridad nacional.
Este caso, que acaba de ser exhibido apenas el pasado miércoles 3 de agosto por un diario porteño, ha venido a irritar aún más a los veracruzanos hastiados de los excesos de poder por parte de algunos abusivos funcionarios del gobierno duartista, como el protagonizado por Guillermo Herrera, quien por un agandalle personal ha distraído a decenas de policías y patrullas para desalojar primero una residencia que no es de su propiedad y luego para vigilar una bodega del constructor Padilla en vez de que esos recursos y elementos de la fuerza pública se dediquen a investigar y perseguir a la delincuencia común y al crimen organizado, tal como lo viene exigiendo la ciudadanía que está más que harta por los robos, secuestros y homicidios que se han incrementado en la región de Xalapa y todo el estado.
Herrera, quien hasta hace poco era un funcionario que se conducía con muy bajo perfil, ha sido balconeado en una inesperada coyuntura: la estrepitosa caída del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, quien el pasado jueves tuvo que renunciar al ser exhibido por el portal informativo de la periodista Carmen Aristegui, el cual documentó la propiedad de cinco residencias, valuadas en 2.4 millones de dólares, que el ex titular de la SSP de Veracruz y su esposa Sofía Lizbeth Mendoza Hernández adquirieron entre agosto de 2012 y abril de este año en The Woodlands Country Club, en el estado de Texas.
Y es que al subsecretario de Turismo le adjudican también la posesión de una “casita” en Playa del Conchal, municipio de Alvarado, cuyo valor comercial andaría sobre los 60 millones de pesos, ¡superior al de las cinco mansiones de Bermúdez y su esposa en Texas!.
Hace tres años, en 2013, el ex dirigente de Convergencia fue implicado por el empresario porteño Alfonso Del Rayo con Francisco “Pancho” Colorado, recién sentenciado por una Corte Federal de Austin, Texas, a 20 años de prisión por lavado de dinero para el cártel de Los Zetas. Del Rayo, quien compareció en el juicio como testigo protegido, narró cómo fue secuestrado en diciembre de 2010 y liberado bajo la condición de que “trabajara” para este grupo criminal. La víctima relató que una semana después de ser puesto en libertad fue visitado en su casa por Carlos Nayen Borbolla y Guillermo Herrera Mendoza, entonces secretario de Comunicaciones de Veracruz, y que Nayen le dijo que Colorado Cessa había ayudado para que lo dejaran libre pero que para pagar la “deuda” debía viajar en enero de 2011 a Oklahoma para asistir a una subasta de caballos, por lo que acudió a la Plaza Heritage, donde compró para los capos Treviño Morales una yegua llamada “Blues Ferrari”, valuada en 310 mil dólares, según información publicada en la prensa texana.
En mayo de 2013, obviamente, Memo Herrera negó todo. “Tengo la calidad moral para declarar al respecto, no me afecta ni me inmuta”, aclaró al diario Imagen de Veracruz.