DE POR SÍ, en la clandestinidad se cometen muchos de estos delitos al privar de la vida a un ser humano que ya es considerado viable para su existencia, el despenalizarlo es solamente acomodarse legalmente a este marco de violencia y muerte que envuelve al Estado.

Hay, indudablemente, muchos otros temas de gran interés para los legisladores y que debieran atender para beneficiar a los veracruzanos, en lugar de retomar asuntos que suelen ser sumamente delicados.

Y no es que la iglesia se oponga solamente porque, como ya hemos comentado en otras ocasiones, vea limitarse a futuro su presencia en este mundo, no, sino que ahora más que nunca lo que se debe proteger es la vida humana, no tan solo en los primeros meses de su gestación, sino en toda la vida y para eso están los representantes populares, es decir, para legislar y darnos leyes que permitan la sana convivencia humana desde cualquier punto que se le quiera ver.

Definitivamente, tanto la iglesia como toda la sociedad en su conjunto, habrá de manifestarse en contra de la presunta reforma al código penal, en donde se pudiera legislar para dar plena libertad al aborto.

Ya estamos viviendo una etapa difícil en todo el territorio estatal, en materia de inseguridad, como para echarle mas leña al fuego, porque de esta manera, el aborto, tal y como lo están previendo en la iniciativa correspondiente, es considerado ya un delito por la interrupción de la vida que para esos momentos, es decir, tres meses, ya es un ser definitivamente formado.

Pero, si los diputados quieren ocuparse de este asunto, hay mucho más que hacer en relación al mismo y no tan solo irse por lo más fácil, pues en lugar de estar pensando en el aborto, debieran mejor buscar los mecanismos más efectivos para evitar que en el futuro pueda haber más embarazos no deseados a través de un verdadero programa educativo, con programas diversos que propongan la forma de evitar que las mujeres se embaracen como producto de un noviazgo o una relación pasajera que más tarde les pudiera generar diversos problemas para su vida.

Ahí esta por ejemplo, el enorme problema de la sobrepoblación, en donde hay mucho que hacer a favor de los veracruzanos y de todo el país en general, pues se requiere de estudios y una serie de análisis sobre todo lo que esta pasando, ya que de acuerdo a las más recientes informaciones respecto al aumento de la población en México, ya tenemos que estamos viviendo en el mismo espacio de hace treinta o cuarenta años, por lo menos ciento veinte millones de personas, lo que resulta ser un verdadero reto para quienes gobiernan este país, incluyendo a los legisladores, locales y federales, que también tienen en sus manos la responsabilidad de buscar mejores mecanismos para solucionar el problema que en poco tiempo ahogará al mundo entero.

Pero bien, legislar sobre el aborto, despenalizándolo en el Estado de Veracruz, es como ponerse en las mismas condiciones de los grupos armados que todos los días acaban con la vida de muchas personas, pero lo peor de todo, es que en el caso de despenalizar el aborto, sería como cometer el mismo delito, solamente que amparados por la ley.

Aquí mismo en este espacio hemos estado en contra de muchas decisiones de la propia iglesia católica, pero ahora, indudablemente, tendríamos que estar de acuerdo en que también, despenalizar el aborto durante los primeros tres meses de vida, sería una forma de violencia física en contra de seres humanos que no pueden defenderse.

Quedan, claro, fuera de esta determinación aquellos casos que la misma ciencia médica avala por ser inviables, pero de que todos los embarazos puedan ser interrumpidos, pues es otro asunto que entra en el campo de la propia violencia generalizada del Estado.

Ante esta condición, justo es comentar que los Señores Diputados, han estado, en los recientes tiempos, prácticamente regándola, por el afán de buscar saciar intereses personales, económicos y políticos, sobre todo, para poder seguir viviendo del erario estatal.

Y no hay que perder de vista que viene por ahí la reelección, cuyo mecanismo ya fue aprobado y que pudiera ser parte de muchas acciones que los propios legisladores están implementando para buscar ser parte de este tipo de proceso que, sin duda, no es del todo antidemocrático, pero sí antiético…

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YA LO HEMOS COMENTADO que no es del todo antidemocrática la reelección de los legisladores locales, pero tampoco, eso sí, es ético.

Si el voto fuera verdaderamente reflexionado, que no hubiera presión de ninguna clase hacia el electorado y que cada quien votara libremente y por lo que mejor le parezca, posiblemente se estaría frente a una valoración del trabajo de un representante popular y entonces, porqué no, darle la oportunidad para que pueda quedarse otro tiempo más.

Pero sabemos que en México, así como en Veracruz, no hay la plena garantía de que las elecciones sean limpias y menos que haya libertad para el voto debidamente reflexionado, porque entonces, mediantes argucias políticas, el pueblo volvería a tener a los mismos personajes y con los mismos vicios de siempre que no permitirían avanzar en ninguna línea de desarrollo.

Nadie niega el derecho a un legislador que pueda y quiera buscar reelegirse, pero no es ético, de ninguna manera, aunque el aspecto democrático este de su lado.

Hay que recordar que los legisladores actuales, no son los únicos y que por diversas razones se estará contribuyendo a un caciquismo político en Veracruz, porque, tal y como ya hemos comentado, no podría llevarse a cabo un proceso totalmente limpio cuando cualquier legislador, llevaría ventaja sobre otra persona que quisiera ser candidato.

La reelección debe desaparecer, como también debe quedar fuera la famosa cuota de género, esta sí, verdaderamente antidemocrática, para poder establecer nuevos lineamientos que avalen la participación de todos y en las mismas condiciones.

De ahí que el intento de reelección de los legisladores, no estará beneficiando a nada y a nadie que no sean los propios diputados, pues de esta manera, casi veríamos, en el futuro, a los mismos personajes en las subsecuentes legislaturas estatales, cometiendo los mismos errores y generando los mismos problemas políticos y legislativos en un Congreso que nunca se renovaría del todo.

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LAS PRÓXIMAS ELECCIONES del primero de julio del año entrante, cambiará, casi por completo, el escenario político de México, y la entidad veracruzana.

A nivel nacional, el PRI, se encuentra tambaleante.

Su candidato a la Presidencia de la República, cualquiera que lo sea, se verá en serias dificultades para ganar nuevamente esta importante posición política, porque el panorama político de México, se encuentra muy alborotado y complicado a la vez, más que nada, por las mismas acciones del gobierno federal, que a la fecha no han convencido a muchos.En cambio, Veracruz, será otra cosa.

Aquí ganará el PRI, principalmente por las razones siguientes:

Tan solo una, la creciente inseguridad que priva en todo el Estado, es uno de los principales retos que no se ha logrado cumplir y que era, en cierta forma, una demanda permanente de los veracruzanos.

Otra, sería, pues, la falta de recursos económicos, los despidos masivos y la falta, indudablemente, de empleos para poder subsistir.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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