DESDE hace buen tiempo, se ha buscado castigar, con cierta severidad, a los ex funcionarios del gobierno duartista, es decir, todos aquellos que cargaron con los recursos del gobierno del Estado, que son, como se ha dicho siempre, patrimonio de todos los veracruzanos.

Han caído algunos, desde luego, servidores públicos de alta investidura que manejaron recursos a diestra y siniestra y que por lo tanto, tuvieron la oportunidad de desviar fuertes cantidades económicas en su favor, tantas que se enviaron a paraísos fiscales, como inversiones en el extranjero, de las cuales ha dado cuenta perfectamente bien los medios de comunicación que tuvieron acceso, en su momento, a esta información casi secreta.

Pero, desde luego, que tales funcionarios, hoy recluidos en la cárcel, comenzando por el mismo Ex gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, que fue quien encabezó las acciones de tantos servidores públicos que estuvieron a su mando, no son todos, pues quedan muchos fuera del alcance de la ley o bien de la voluntad de quien debiera perseguirlos hasta tenerlos a buen resguardo y ponerlos a disposición del juez que los reclame.

Para comenzar, hay algunos que aprovechando el privilegio del fuero constitucional, luego de haberse hecho, de alguna forma, de un puesto de elección popular, se han mantenido sin ser tocados por autoridad alguna, respetando el respaldo que la ley les da por ser representantes populares, ya sean federales o locales.

Hay investigaciones que se siguen permanentemente, pero que no avanzan por diversas razones, pero bien se sabe que los investigados tienen mucha cola que les pisen y que pudieran estar al borde de la cárcel, aunque hayan devuelto parte del botín que se llevaron en principio, pues la falta de transparencia indica que hay suficientes elementos para pensar que dichos personajes se están protegiendo por haber puesto a disposición de las nuevas autoridades estatales, fuertes cantidades que habían acumulado durante el tiempo que estuvieron en su puesto y manejando los recursos públicos de los veracruzanos.

Llama la atención que personajes de la vida pública pasada y que siguen siendo importantes funcionarios y representantes populares en la actualidad, no sean molestados y eso pudiera tener, una amplia explicación, es decir, que viven dentro de la impunidad que se les ha ofrecido por haberse puesto bien con el nuevo sistema político estatal o bien, porque a la fecha no se ha integrado debidamente el expediente respectivo, mediante el cual se les pudiera perseguir por los delitos cometidos en la pasada administración.

Sin embargo, ya se tuvo noticia la semana pasada de que, por lo menos, el Órgano de Fiscalización Superior, el Orfis, en Veracruz, bajo la batuta de Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, había citado a importante funcionario del pasado, es decir, a Gabriel Deantes, ex titular de la Secretaría del Trabajo, para que compareciera ante la instancia respectiva, con la finalidad de aclarar ciertas irregularidades encontradas dentro en la dependencia que tuvo a su cargo, luego de hacer la revisión correspondiente de la cuenta pública del año pasado, la última del duartismo.

Gabriel Deantes, ya se ha encontrado en serias dificultades desde que cerró la administración pasada y no es ningún secreto o algo del otro mundo, que ahora sea llamado a declarar y responder por las irregularidades encontradas, puesto que era del dominio público que su actuación al frente de la Secretaría del Trabajo, no había sido transparente y menos que no tuviera responsabilidad alguna en el manejo de los recursos de dicha dependencia.

Desde luego, que ahora, cobra nuevamente vigencia la especulación de su posible incorporación a la fila de los que ya se encuentran recluidos en la cárcel, puesto que desde hace tiempo se le señalaba como uno de los primeros que serían puestos a la disposición del juez correspondiente para seguirle el juicio por delitos cometidos en el manejo de recursos públicos.

El Orfis, es una instancia revisora y por lo tanto investigadora de las irregularidades cometidas por los funcionarios que manejan recursos aprobados por el Congreso del estado, y vigilados muy de cerca por este mismo poder que sirve de equilibrio entre los demás poderes del estado.

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PARECE QUE LOS ACONTECIMIENTOS generados por la madre naturaleza, decretó una evidente pausa en las cuestiones políticas de la nación y del estado, por lo que pasada la emergencia, es posible que se reanuden las actividades que tienen como objetivo principal, entre los partidos políticos, primero, la designación de candidatos a la Presidencia de la República, como de los que contenderán por la gubernatura de los Estados, que tendrán sucesión en el Poder Ejecutivo.

En estos términos, no hay duda, de que también continuaran las acciones de los aspirantes en Veracruz, por lograr la candidatura de sus respectivos partidos políticos, entre ellos, como se sabe, el Partido Revolucionario Institucional, que vuelve, como en el pasado proceso electoral, con los mismos aspirantes para buscar rescatar la posición número uno de la entidad.

Bajo estas condiciones ya se han señalado equipos políticos que se encuentran divididos dentro de la misma organización política, lo que pudiera llevar a un desenlace parecido al de las elecciones pasada, debido a que nunca se encontró la unidad requerida par poder respaldar las intenciones de lograr la continuación del gobierno en el estado.

Aunque mucho se ha dicho de este nuevo panorama político, hay quienes se reservan los mejores comentarios, en virtud de que todo lo que se esta viendo pudiera resultar que al final, es una depurada estrategia política que esta puesta en operación para proteger del golpeteo político a quien por ahora, se dice, ya esta decidido que será el candidato más idóneo para las condiciones políticas que se han venido presentando.

Existen para ello razones que poderosas, luego de que se ha entendido bien claro que sin la unidad política, difícil será para el partido tricolor, llegar a los objetivos que ya se han planteado.

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Y SOBRE LO QUE HABÍAMOS comentado sobre la posibilidad de que los estados de la república, obedeciendo al compromiso federativo, pudieran ofrecer que de sus recursos públicos, correspondientes a sus participaciones, se les descuente cierta cantidad económica con la finalidad de apoyar la reconstrucción del país, como consecuencia de los daños generados por los desastres naturales, tanto de los huracanes, como de los sismos recientes, ya se habla de una posible reducción de dichas participaciones, ajustes que la misma federación esta haciendo, sin que los gobernadores de los estados, las hayan puesto a disposición de la federación.

Si no lo hicieron de su propia voluntad, como lo habíamos apuntado en una de estas columnas, pues perdieron la oportunidad que de mutuo propio dispusieran la ayuda nacional, porque de todas formas, si así se considera procedente, será la misma federación quien tome lo que necesita para cumplir el compromiso contraído con el pueblo mexicano.

Así es que ya se habla de ajustes económicos y mas en las participaciones federales, pues lo primero es lo primero, y en esto esta, propiamente, la vida y la estabilidad de muchos mexicanos afectados por los elementos naturales que nuevamente dieron aviso de su gran poderío.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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