03 de Mayo de 2024
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TIEMPO DE DEFINICIONES
“Si subvencionamos la pobreza y el fracaso, lo que obtenemos es precisamente más pobreza y más fracaso” – James Dale Davidson
2014-03-05 - 08:59
Para el historiador Enrique Krauze es hora de que la prensa vuelva a lo que Octavio Paz llamaba la claridad de las palabras.
En tiempos de Twitter “hay 140 mil cosas que no pueden explicarse en 140 caracteres”.
Los temas son el lenguaje, la prensa y el papel que juega ésta en la construcción de una democracia efectiva en México.
Las redes sociales, la digitalización de la vida cotidiana, han transformado radicalmente los hábitos culturales de un país que sigue esperando grandes cambios.
Persiste la atávica pobreza, la desigualdad, la corrupción, el despilfarro. Y ahora la inseguridad. México es un país crónicamente agraviado.
Nuestra democracia tiene grandes limitaciones. Hay un problema real de representación; la gente apenas conoce a sus diputados o senadores, y muchos no entienden con claridad el sentido mismo de la representación.
Si la gente no se siente representada, opta por soluciones de hecho, no de derecho.
La falta de una cultura democrática es un problema muy serio. Los valores de la democracia (civilidad, cultura del debate, tolerancia, capacidad de escuchar al otro) deben enseñarse en las escuelas y practicarse prioritariamente en los medios.
Lo que sí sabemos es que “el contenido es rey”, que la buena prensa, que la prensa inteligente e imaginativa, se abre paso.
Una crónica o un reportaje bien escritos, calan y permanecen. Otro problema es la rutina: hasta en páginas editoriales hay una uniformidad de estilo lamentable.
Nada sustituye la reflexión, la fundamentación. No todo pensamiento es aforístico. El papel de la prensa es cumplir cabalmente su papel. Intentar reportajes que descubran la realidad en casos concretos acotados. Reportajes que aporten datos duros. Que revelen lo que estaba oculto o confuso. No caer en la fácil denuncia y menos en el periodismo dogmático. Documentar la realidad, la transparencia.
Hoy la prensa, los medios y las redes sociales representan poderes sin precedente, que además compiten entre sí y se critican entre sí. Esa competencia y esa crítica de todos contra todos, es la fuerza de la libertad y de ese nuevo y excitante marco de comunicación puede salir una noción más real e informada de la vida. Pero hay que trabajar con más profesionalismo, amor y pasión por la verdad para alcanzarla.
Quiero subrayar que el nuevo coordinador de Comunicación Social, Alberto Silva Ramos, se ha avocado personalmente a tratar con los representantes de los medios de comunicación, con la finalidad de darle un nuevo lineamiento y estilo en materia de comunicación, y consecuentemente, fortaleciendo y cuidando la imagen del gobernador.
En la misma medida, Silva Ramos demuestra que conoce el escenario de los medios de comunicación, y que es un político con la habilidad y sensibilidad necesarias para asumir el trato con quienes se dedican diariamente al quehacer periodístico.
En su constante afán por superarse y conseguir mejoras en todos los órdenes en beneficio de los veracruzanos, el gobernador Javier Duarte de Ochoa ratificó que la entidad mejora sus leyes para sumarse a la transformación nacional y estar a la cabeza de todo el país; el presidente Peña Nieto encabeza esta transformación y el trabajo coordinado de la administración estatal y todos los ayuntamientos ha generado bienestar en comunidades con mayor rezago social, así como educación de calidad.

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