Y DON JORGE CARVALLO CONOCE MUY BIEN AL SUYO… Vergüenza debería darle al flamante diputado federal Jorge Carvallo Delfín, que su propio padre lo llame ladrón y lo exhiba públicamente en las redes sociales. Quién sabe qué mentira se inventó el que dice ser oriundo de Lerdo de Tejada, pero don Jorge Carvallo, su padre, reveló y comprobó, con acta de nacimiento en mano, que en realidad nació en el Estado de México. Incluso don Jorge fue más allá al declarar que el “origen” de su vástago es una mentira ideada por el ex gobernador Fidel Herrera, quien se convirtió en mentor y protector político de Carvallo Delfín. “Fidel le hizo mucho daño a mi hijo, lo convirtió en un delincuente y yo no voy a tapar las corruptelas de Jorge”, habría declarado en entrevista en 2014. Ayer, nuevamente arremetió contra el legislador, al calificarlo de “ladrón” y acusarlo de que ha tomado recursos del erario estatal y federal e incluso –dijo don Jorge– a su abuelo le robó parte de su patrimonio, “no tiene llenadera”. El odio entre estos dos personajes rebasó el ámbito familiar y llegó al político, donde son enemigos acérrimos, con la salvedad que don Jorge sabe muy bien de qué pata cojea su hijo.

ESPALDARAZO DE DUARTE A PEÑA

PERO A LO ANCHO… Ayer, el gobernador Javier Duarte acompañó al presidente Enrique Peña Nieto durante la ceremonia del 101 aniversario de la promulgación de la Ley Agraria, en el puerto de Veracruz, donde se habló del campo, y bla bla bla, sí, esos discursos que dicen y dicen y no dicen nada, que todo queda en cantinfladas, donde el presidente quiso hacer alarde de agilidad y trepó a una grada para darse su baño de pueblo, para ver si así levanta “rating”. Ahí, Javier Duarte le dio el espaldarazo al mandatario, pero de lo ancho, pues las manitas de Peña no alcanzaron a rodear la regordeta figura del Ejecutivo estatal. Hay de espaldarazos a espaldarazos, pero éste estuvo bastante ROBUSTO.

LA PREPOTENCIA DEL ESTADO MAYOR PRESIDENCIAL

TIRÓ LA COMIDA DE LOS ACARREADOS... Una vez más las organizaciones campesinas adheridas al PRI, utilizaron al pueblo para “adornar” la visita del presidente Peña Nieto a Veracruz. Los acarreados llegaron desmañanados, con hambre y sin saber que entre las medidas de seguridad del Estado Mayor Presidencial estaba una elemental: nadie introduce alimentos, ni bebidas ni nada donde vaya a estar el Ejecutivo, por lo que resultó indignante que los elementos de seguridad obligaran a tirar el lonche de torta, jugo y fruta que les dieron a los pobres campesinos, incluidos niños y mujeres de la tercera edad, que aún creen en los Santos Reyes, pues se tragaron el cuento de que saludarían al presidente y vaya, que hasta apoyos les darían en el acto, como siempre les prometen. Dio tristeza ver los alimentos tirados y la gente humillada tratando de rescatar entre el montón de basura algo que pudiera llevarse a la boca, pues el presidente hizo su arribo hasta las dos de la tarde. De esto Peña no se enteró y si se enteró se encogió de hombros. Es otro que lo que menos le importa es el pueblo.

RESPONDE HÉCTOR A YUNES LINARES

ENTRE PRIMOS TE VEAS... Sube el calor electoral en Veracruz. Anteayer, el panista Miguel Ángel Yunes Linares sacó el sable y asestó una estocada al priista Héctor Yunes Landa, su primo, al declarar que éste dejará impune la corrupción cometida por la administración duartista, pero que él obligará a los saqueadores a devolver lo robado. Ante la embestida, el priista declaró que él sí respeta a la familia. "Yo voy a seguir respetando a la familia y no voy a fallar”, dijo. Este intercambio de declaraciones le pone sabor al proceso electoral, pues mientras un Yunes se observa mesurado, el otro se desboca. Lo único cierto es que Veracruz necesita un gobernador con agallas, con cola muy corta y boca muy cerrada, que de verdad termine con la ola de corrupción tan terrible que ha ido hundiendo al estado en un pozo oscuro del cual no se ve que pueda salir pronto; un gobernador que no le tiemble la mano ni las piernas. Habrá que ver si de entre los parientes alguno tiene los tamaños para hacer buen papel o si todo queda en pura declaracionitis.