ESTAMOS, SIN DUDA, en temporada de lluvias, generadas, comúnmente, por la presencia de fenómenos meteorológicos, como es el caso de los huracanes, pero la verdad de las cosas, es que en Veracruz, las lluvias se han presentado en todos los meses transcurridos de este año.

Y estos fenómenos, también, suelen provocar inundaciones, derrumbes, desgajamiento de cerros por el reblandecimiento de la tierra, lo que ha traído como consecuencia que muchas familias hayan perdido sus hogares y hasta la vida de algún integrante familiar.

Estos casos se han visto casi todos los años, principalmente, por la falta de previsión y el poco interés de muchas autoridades, sobre todo, de las que tienen en sus manos la responsabilidad de conducir los destinos de la protección civil en Veracruz, que sabiendo de antemano lo que puede ocurrir, no atienden debidamente las zonas más vulnerables donde se asientan miles de veracruzanos.

La cultura de la protección civil, comienza por la previsión y ésta parece ser la parte que no se ha ejercido dentro de las funciones que tienes las áreas gubernamentales que les corresponde.

Se atienden, eso sí, las necesidades que se presentan luego de una devastación por fuertes lluvias, inundaciones y pérdidas humanas, pero no se toma en cuenta, antes de estos eventos de la naturaleza, el poder prevenir las consecuencias. Esta es una de las grandes tareas que faltan dentro de los programas y proyectos de las dependencias que se han creado a raíz del nacimiento del sistema nacional de protección civil.

Las lluvias están presentes en varias regiones de la entidad.

La Secretaría de Protección Civil, ¿También?

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LASTIMA QUE AL FINAL de este sexenio, Ramón Ferrari Pardiño, haya sido tan golpeado por la falta en el cumplimiento de sus principales objetivos.

Obligado por las circunstancias que todos ya conocen, el funcionario, que antes había logrado realizar una buena tarea al frente de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, ahora tenga que enfrentar los reclamos permanentes de todos los sectores a los cuales debía atender.

Y todo se resume en un solo elemento, es decir, el recurso económico que nunca tuvo con suficiencia la propia dependencia.

No es pura culpa de Ferrari, pero el mundo se le vino encima, borrando todo aquello que en tiempos del exgobernador don Miguel Alemán Velasco, logró con los recursos que tuvo a su disposición.

Ahora, parece que no fue así, por lo que diariamente le tuvieron que tomar sus oficinas, como medida de presión para el debido cumplimiento de promesas.

En dos meses y días, dejará la dependencia, por lo que Ramón Ferrari, ya no podrá resolver la enorme problemática que existe con productores veracruzanos, así como la debida atención al campo.

Hay será para la otra.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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