24 de Noviembre de 2024
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CLAROSCUROS - José Luis Ortega Vidal
De Fernando López Arias y la represión estudiantil de 1968 a Cuitláhuac García Jiménez, el hombre rodeado -cada día- de más enemigos: el diablo está en los detalles…
2021-07-21 - 22:08

José Luis Ortega Vidal  


______________________________


(1)  


Como sabemos el 30 de mayo de 1984 fue asesinado el periodista Manuel Buendía, autor de la histórica columna Red Privada publicada en docenas de periódicos pero especialmente en Excélsior.  


Aquel mismo día fue “levantado” en Coatzacoalcos el director del semanario Primera Plana, Javier Juárez Vázquez, asesinado, arrojado su cuerpo sobre la carretera vieja entre de Coatzacoalcos a Minatitlán, en uno de cuyos costados se encuentra el aeropuerto Canticas.  


La policía enviada desde la ciudad de México suplantó el trabajo de la Agencia del ministerio público porteña de la época, a la que correspondía investigar el ataque mortal a Juárez Vázquez al tratarse de un crimen doloso castigado por la Ley local, no la federal.  


Con el tiempo se supo el porqué de la presencia de investigadores enviados desde la capital del país con poder para hacer a un lado o en el mejor de los casos coordinar el trabajo de la procuraduría veracruzana: Javier Juárez Vázquez era fuente informativa de Manuel Buendía y los ataques mortales contra fueron parte de una misma trama no develada del todo a más de 37 años de los hechos.  


Como parte de su investigación la policía federal –se habló también de la Interpol- interrogó a los periodistas Carlos Velasco Jara y Vicente Martínez Blanco.  


Este último –auxiliar del escritor y periodista Ricardo Ravelo durante varios lustros- habría sido el último en ver con vida a Javier Juárez Vázquez el día que lo “levantaron” en Coatzacoalcos.  


Traer a colación esta historia, con más detalles, es importante por la conexión existente entre contextos histórico-políticos a lo largo de medio siglo.  


 



  • Miguel de la Madrid  Hurtado era Presidente de la República en 1984: el suyo fue el sexenio bisagra entre el modelo macroeconómico estatista y el neoliberalismo  

  • Agustín Acosta Lagunes era gobernador de Veracruz, entonces…  

  • La violencia asolaba la entidad veracruzana tal como ocurre hoy en día; con menos intensidad desde la perspectiva estadística y con variables de menor agresión hacia la sociedad civil pero con añejas prácticas como “levantones”, ejecuciones pagadas por grupos de poder en contra de grupos políticos enemigos; cacicazgos; intervención del Estado vía organismos públicos de seguridad para controlar, cooptar, operar fuera de la ley y manipulando la misma en complicidad de delincuentes; fosas clandestinas; bandas mafiosas de accionar espeluznante como “La Sonora Matancera” de Felipe “El indio” Lagunes Castillo en los alrededores del puerto de Veracruz y de su pueblo natal, Paso de Ovejas; esto es en el centro de la entidad.  


 


Se distinguía algo que hoy no es posible diferenciar aunque el resultado sea el mismo: había sicarios y había policías sicarios.  


Unos se uniformaban o traían placas oficiales y otros no se uniformaban aunque igual podían acceder a placas o credenciales oficiales.  


Hoy es lo mismo: hay sicarios por todas partes, de un lado y del otro; del oficial y del no oficial, con uniformes o sin ellos, con patrullas o en autos robados; sólo que no es posible diferenciar a unos de otros.  


Es la evolución de una condición mafiosa  donde Estado y la Sociedad simplemente han perdido el rubor y el disimulo.  


En el sur de Veracruz sobresalió durante el gobierno de Agustín Acosta Lagunes la figura de Cirilo Vázquez Lagunes: cacique para unos, benefactor para otros; hombre rodeado de gente armada con poder político específico en más de dos docenas de municipios en los cuales impuso ediles, comandantes, funcionarios municipales, manejo de finanzas bajo control suyo…  


Personaje cuyos recursos financieros obtenidos en forma legal o ilegal provenían de instancias gubernamentales –Bancrugo, Banrural- y por lo tanto era alguien que operaba con el visto bueno del Estado, retándolo día con día hasta la llegada de un grupo de poder con el cual ya no hubo arreglo: el de Fernando Gutiérrez Barrios, quien lo encarceló en 1987 para ser liberado con el trabajo del abogado Sergio Vaca Betancourt.  


En la historia de Vázquez Lagunes aparece su relación con la Prensa.  


Cirilo Vázquez patrocinó la carrera en la FACCYTC de la Universidad Veracruzana de un periodista a su servicio; compró un periódico: el Diario Sotavento de Coatzacoalcos, a sugerencia de otro periodista el cual –a cambio- modificó información gráfica y textual sobre la detención de su benefactor tras un atentado contra su vida a la altura de la desviación a Texistepec, donde murió Fernando López Bouzas, uno de sus guardias, en marzo de 1986.  


La información manipulada se publicó en el Diario del Istmo, propiedad con el tiempo de la familia Robles Barajas, de la cual forma parte la actual diputada local Mónica Robles Barajas impulsora –con éxito- de la iniciativa para despenalizar el aborto en la entidad veracruzana.  


-La madre  de Mónica Robles Barajas es la bióloga Roselia Margarita Barajas y Olea, embajadora de México en Costa Rica; mujer muy cercana políticamente al Presidente Andrés Manuel López Obrador desde los años ochenta y noventa cuando AMLO daba inicio a su proyecto en búsqueda del Poder bajo la ideología de centro izquierda-.  


Hasta el rancho “El Okú” se trasladaron reporteros para recibir la nómina del periódico propiedad de Cirilo Vázquez Lagunes, cuyas ´oficinas´ más famosas se ubicaron en “El mangal”, finca ubicada en los límites de Acayucan y Oluta.  


Durante el propio sexenio de Agustín Acosta Lagunes prevaleció en la zona de Yanga, Cuitláhuac, Córdoba, Fortín de las Flores y la montaña donde se ubican pueblos como Omealca, Veracruz y Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca, el accionar del multiasesino Toribio Gargallo Peralta, empleado del gobierno y ejecutado por éste.  


Sobre Fernando Gutiérrez Barrios se lee en Wikipedia: “En 1947 fue de los primeros agentes en incorporarse a la Dirección Federal de Seguridad (DFS), por decreto creada por el presidente Miguel Alemán Valdés. Donde fue escañando pocisiones rápidamente, en 1952 es jefe de Control Político de la Dirección Federal de Seguridad y en 1970 ya es Director.” (1)  


Gutiérrez Barrios era director general de Caminos y Puentes Federales en 1984, cuando mataron a Buendía Tellezgirón y Juárez Vázquez.  


No obstante, durante la mayor parte de su vida política previa trabajó para la Secretaría de Gobernación, particularmente en la DFS –el FBI mexicano- donde fue dos veces director y dos veces subdirector con acontecimientos trascendentes en el ámbito internacional ocurridos en México bajo la participación directa del capitán del ejército nativo de Alto Lucero Veracruz.  


Entre ellos la captura de Fidel Castro Ruz y Ernesto “El Che” Guevara (Junio de 1956) cuando planeaban desde territorio mexicano la invasión a Cuba que devino la llamada Revolución Cubana; así como  la investigación sobre el paso por México de Lee Harvey Osvald, oficialmente acusado del asesinato del presidente norteamericano John F. Kennedy en 1963.  


A partir de 1986 Fernando Gutiérrez Barrios se convirtió en gobernador de Veracruz.  


Estuvo dos años en el cargo y se sumó como Secretario de Gobernación al gobierno de Carlos Salinas de Gortari.  


Su relevo fue Dante Alfonso Delgado Rannauro.  


Hoy Senador de la República Delgado Rannauro ha sido político, diplomático, líder partidista opositor al fundar Convergencia por la Democracia hoy Movimiento Ciudadano, preso por órdenes del presidente Ernesto Zedillo, acatamiento del gobernador Patricio Chirinos Calero y operación de Miguel Angel Yunes Linares.  


El diez de octubre de 1991 fue acribillado Toribio Gargallo Peralta, a manos de docenas de policías judiciales veracruzanos.  


La orden era matarlo, no detenerlo, consignan periódicos de la época (2)  


Se lee en el archivo de “El Mundo” de Córdoba:  


“La emboscada ocurrió apenas habían transcurrido dos meses de un sonado asesinato múltiple. El de Sixto Díaz Pérez, su hermano Rafael y cuando menos otras tres personas, en Yanga y cuya autoría se le imputó a Toribio Gargallo.”  


Hay muertes de delincuentes como consecuencia de los operativos policiacos basados en órdenes judiciales que enfrentan resistencia del objetivo a capturar por lo cual resulta inevitable el empleo oficial de la violencia.  


Empero, hay muertes de delincuentes como consecuencia de órdenes políticas traducidas vía la praxis en crímenes de Estado.  


Definamos crimen de Estado como aquella ejecución de un ciudadano –delincuente o no- sometido a la violencia oficial al margen de los preceptos, formas, protocolos, mecanismos, operativos, marcos jurídicos, contextos de respeto a los derechos humanos establecidos en la Ley.  


Toribio Gargallo Peralta fue un multiasesino, un psicópata que operó por su cuenta, a la orden de la delincuencia de la que formó parte o encabezó, así como del gobierno que lo utilizó en la solución de pugnas internas.  


Durante el gobierno a cargo de Dante Delgado Rannauro se le ejecutó, hecho del cual no pudo ser ajeno el gobierno federal vía la Secretaría de Gobernación a cargo de Fernando Gutiérrez Barrios.  


Es muy sencillo: Delgado Rannauro fue gobernador por decisión de Gutiérrez Barrios con el visto bueno de Carlos Salinas de Gortari.  


Miguel de la Madrid Hurtado había apoyado a Gutiérrez Barrios para la gubernatura veracruzana pero la decisión sobre su relevo correspondió al nuevo Presidente.  


Así funcionaba y así funciona el sistema político mexicano.  


La ejecución de un delincuente con la influencia y poder de Toribio Gargallo Peralta no podía ocurrir sin la ficha respectiva en manos del más alto mando político en el país.  


¿A qué vamos con todo esto?  


A dudas.  


A preguntas.  


A cuestionamientos.  


A enlaces entre el pasado y el presente.  


Porque nada ha cambiado.  


O porque todo ha cambiado para seguir igual como se lee en la novela “El gatopardo” del escritor italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa (23 de diciembre de 1896/23 de julio de 1957).  


Si tomamos como punto de referencia el gobierno de Fernando López Arias y la violencia política en Veracruz para arribar a lo que va del sexenio de Cuitláhuac García Jiménez nos topamos con lo mismo, siempre lo mismo:  


 



  • Crecimiento poblacional sin control  

  • Pérdida de la movilidad social  

  • Incremento de la pobreza  

  • Permanencia de variables como el analfabetismo  

  • Pérdida de amplios recursos naturales como el agua potable, las selvas y bosques, especies de flora y fauna  

  • Ausencia democrática  

  • Violencia controlada o sin control como herramienta de Estado,  

  • Inseguridad  

  • Veracruz como entidad generadora de materia prima y mano de obra barata alejada de la industrialización exitosa y respetuosa de medio ambiente  

  • Desperdicio de los recursos naturales donde el turismo debería representar una fuente inagotable de ingresos económicos para la entidad veracruzana huérfana de infraestructura y promoción al respecto  

  • Ausencia de inversión privada  

  • Disminución de inversión pública  

  • Migración creciente de zonas indígenas, rurales en general y también de periferias urbanas donde campea la pobreza extrema  

  • Endeudamiento público a partir del sexenio de Miguel Alemán Velasco  

  • Crecimiento salvaje de la deuda pública en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán  

  • Rapiña voraz al grado de la locura, enriquecimiento ilegal de un grupo político generacional /delictivo impulsado por Javier Duarte de Ochoa  

  • Más de 60 mil millones de pesos de deuda pública consolidada durante el sexenio de un hombre fuera de sus cabales, un enfermo de poder de nombre Javier Duarte de Ochoa; un títere de Fidel Herrera Beltrán quien rompió la regla de entregar la estafeta a otro grupo fuerte dentro de su partido  

  • Héctor Yunes Landa fue burlado por Herrera Beltrán y el títere terminó devorando al titiritero, a la carpa, al público, a las bancas, al espectáculo, a todo…  

  • Limitación temporal –su gobierno sólo fue de dos años- sumada a una lucha ineficiente y fuera del marco de la ley contra rivales políticos personales –enemigos del Estado también por haber hundido en lo político, lo financiero y la seguridad a Veracruz- por parte de Miguel Angel Yunes Linares.  

  • Perplejidad solitaria repleta de enemigos impuestos en su círculo cercano durante los tres años que van de Jiménez García.  


 


Masacres en Coatzacoalcos, Minatitlán, Las Choapas, Jesús Carranza, los hechos en el Llano de la Víbora, la carrera mortal en Villarín…  


¿Cuál es el hilo conductor?  


¿Cuáles son las variables específicas?  


¿Dónde se ubica lo particular?  


¿Dónde están los elementos generales?  


 


(2)  


 


APUNTES, del periodista Manuel Rosete Chávez.  


“César del Ángel: el que se ríe se lleva”.  


Bajo este título el periódico digital Formato 7 publicó el jueves 9 de julio del 2020, una joya periodística monotemática, sobre parte de la trayectoria  pública de César del Ángel Fuentes, creador y líder del “Movimiento de los 400 Pueblos”.  


El trabajo se ubica en la dirección:  


https://formato7.com/2020/07/09/apuntes-cesar-del-angel-el-que-se-rie-se-lleva/  


He aquí un fragmento del mismo:  


´Nosotros fuimos clientes de César del Ángel, a quien siempre tratamos como a cualquier otro político o líder, de acuerdo a su comportamiento. En el gobierno de Javier Duarte, y por instrucciones del Secretario Gerardo Buganza y Salmerón, las huestes de Del Ángel invadieron nuestras oficinas y de no ser porque nos pusimos a salvo a tiempo (corrimos), colaboradores y amigos nos habríamos enfrentado a la hostil horda cesariana.  


Con motivo de ese incidente y con el título de “El que se ríe, se lleva”, tiempo después, el 17 de febrero de 2017, en estos APUNTES escribimos esto:  


“La historia de César del Ángel Fuentes, líder campesino, charlatán, oportunista, manipulador de la gente del campo, mercenario al servicio de quien le ponga enfrente un manojo de billetes, o como le quieran llamar, ha estado plagada de incidentes violentos, asesinatos, despojos de tierra, invasiones y, lo último, una persecución enfermiza pero bien cobrada en las arcas del estado, por más de doce años, en contra del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, cuya imagen pública ha tratado de dañar por encargo de dos exgobernadores: Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa.´  


 


En 1968, un periodista de la vieja guardia ubicó a César del Ángel Fuentes en Acayucan, al sur veracruzano.  


Ya había ocurrido la masacre de los copreros en Guerrero; ahora, el funesto personaje cenecista estaba involucrado en los ecos del Movimiento Estudiantil cuya base era la ciudad de México, en Xalapa, la capital y Atenas veracruzana llena de capacidad intelectual y fervor estudiantil de izquierda…  


Gobernador del momento Fernando López Arias recibió la orden de actuar contra los estudiantes jarochos como había ocurrido en Tlatelolco.  


Se limitó a encarcelar y someter a golpes.  


César no era estudiante ni era de izquierda ni era alguien desconocido después de la matanza de copreros.  


Estuvo allí y escapó hasta parar en Acayucan y luego en la ciudad de México.  


Años después, en la década de los 70s, formó el Movimiento de los 400 Pueblos que lo convirtió en millonario vía el oportunismo político contumaz.  


 


(3)  


 


Este apunte es relevante: El arribo de la transición del poder a México tiene implicaciones varias aunque solemos quedarnos con la visión de la presidencia de Vicente Fox como el primer sexenio sin el PRI, tras 71 años de permanencia.  


En sentido estricto el relevo presidencial forma parte de un tema mucho mayor y más profundo; la democratización que se buscaba:  


 



  • Desde 1968, vía el movimiento estudiantil reprimido en Tlatelolco así como 1971 a través de la nueva represión  

  • La Reforma Política impulsada por Jesús Reyes Heroles en 1977  

  • El reconocimiento legal del Partido Comunista  

  • El nacimiento de las diputaciones plurinominales –cuya existencia se pone hoy a discusión-  

  • El movimiento democrático en el PRI con Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y otros a la cabeza  

  • El Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional  

  • La candidatura exitosa de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988  

  • La caída del sistema en las elecciones de 1988  

  • La creación del Instituto Federal Electoral (IFE) en 1990  


 


La transición democrática, entonces, tuvo un alcance el año 2000 con el arribo del PAN al poder y su permanencia durante doce años; pero se trata de un proceso con antecedentes fundamentales, difíciles, de confrontación, de lucha con miles de víctimas de por medio.  


Luego vino el juego de poder ignorado por la inexperiencia panista y el colmillo retorcido priísta.  


Los gobernadores del partido tricolor –caso destacado el de Fidel Herrera Beltrán- actuaron como Virreyes; manejaron su propia agenda; establecieron las normas a seguir por ellos y sus feudos y los enemigos o cómplices de sus feudos por las buenas o por las malas.  


Este condicionamiento de una democracia frenada marcó buena parte de escenario violento y de una economía destrozada en la entidad veracruzana.  


Aquí habitaba el cártel del golfo, llegó el cártel de Guadalajara; arribaron los zetas, se abrieron las puertas a los matazetas; había regiones con presencia fuerte del cártel de Sinaloa; el cártel de Jalisco nueva generación se convirtió en una franquicia con presencia en buena parte del país y hoy domina plazas clave en Veracruz.  


Se instalaron más cárteles o minicárteles o alianzas de cárteles derivados de luchas entre cárteles, la supresión de cárteles, entre cárteles, para cárteles al grado de vivir hoy entre cárteles reconocidos y cárteles de dudosa identidad y peso en el mar de dinero sangriento llamado crimen organizado.  


Triste, pero nuestra realidad es un tragicómico cartelicidio…  


Antes de que el cártel del golfo adquiriese tal categoría era simplemente una banda de contrabandistas fundada por Juan N. Guerra en Tamaulipas pero extendida desde la huasteca veracruzana hasta Poza Rica, sin problema alguno, durante la primera mitad del siglo XX y las décadas siguientes.  


Al buscar información sobre César del Ángel Fuentes bajo el interés de observar a detalle la circunstancia política del gobernador Cuitláhuac García Jiménez desde la perspectiva de los cincuenta años que le preceden, aparece esta serie lineal de hechos rodeados de contextos particulares conectados a un andamiaje general.  


No lo perdamos de vista: el diablo está en los detalles(3)  


 


(1)https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Guti%C3%A9rrez_Barrios  


(2) https://www.diarioelmundo.com.mx/index.php/2020/02/24/la-orden-no-era-detenerlo1/  


(3) Refrán anglosajón de aplicación universal  


 


 

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