Maricarmen Delfín Delgado

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  Imaginemos un mundo sin color, sin las pinceladas de luz que nuestra retina recibe desde que abrimos los ojos, vivir en un monótono espacio sin las sensaciones que producen la infinidad de tonalidades al reflejarse frente a nosotros. Cada color tiene un papel fundamental en el ser humano, su percepción influye de manera importante en el organismo.

El rosa es un color emocional e influye en los sentimientos convirtiéndolos en suaves, amables y profundos, que se transmiten como afecto, protección y amor; nos aleja de la soledad y nos transforma en personas sensibles. El rosa es derivado del rojo suavizado por la pureza del blanco, va desde el rosa infantil hasta el rosa femenino que originalmente es masculino.

Una nota curiosa sobre el color que hoy nos ocupa menciona que desde la Edad Media el rosa era para los varones y el azul para las mujeres, no por sexismo sino por practicidad, relacionado con la sangre al considerarse un rojo diluido. Hasta hace 80 años todavía se conceptualizaba un color masculino, en esa época en Europa no había distinción en la ropa para bebés ya que hasta los tres años los atuendos eran iguales para ambos sexos; en Alemania, por ejemplo, se empleaba el rosa en los niños y en Francia para las niñas en los orfanatos. Tras la Segunda Guerra Mundial se invirtió el concepto tal como lo conocemos hasta hoy, sin embargo, a los prisioneros homosexuales se les marcaba la ropa con un triángulo rosa con el vértice hacia abajo a pesar de ser un color masculino.

La primavera ya envuelve la vida y la naturaleza, la floración se despliega por el entorno convidando su belleza y magnificencia, plantas, enredaderas, arbustos y árboles tiñen el ambiente con una rica fiesta de flores, aromas y colores. Entre tantas especias de árboles el maculís se distingue por el rosa de sus flores en su gran mayoría ya que algunas variantes brotan en morado, blancas y hasta amarillas.

El maculís (tabebuia rosea) alcanza una altura de entre 6 y 10 metros, y en condiciones óptimas pueden llegar a medir hasta 25, con un tronco corto de corteza color pardo, su follaje son hojas palmadas, las flores son con forma de campana que surgen en ramilletes y frutos en forma de cápsula de 25 centímetros, con semillas aladas.

Es originario de Centroamérica y Sudamérica, es muy popular en México donde también recibe el nombre de “palo de rosa”, macuilli rosa, amapa rosa, apamate, mocoque y macuelizo, se encuentra principalmente en la vertiente del Golfo de México: Tamaulipas, Puebla, Chiapas, Veracruz, Quintana Roo y Yucatán; en este último estado es abundante y tiñe de rosa grandes avenidas durante la primavera y el verano. Además de su gran belleza posee una madera de alta calidad, tiene propiedades curativas debido a que contiene naftoquinona (vitamina K), el té de sus hojas alivia la fiebre, la corteza en infusión controla los síntomas del paludismo, la tifoidea y los parásitos. Los mayas lo nombran Kob´ab, o Hob´ab.

En Poza Rica, Veracruz, durante julio del 2018 se sembraron estos árboles en el boulevard Adolfo Ruiz Cortínez con el objetivo de aumentar el número de precursores de oxígeno en la ciudad, doble ganancia para los pozarrricenses ya que además del beneficio ambiental se deleitan con la belleza natural en la época de floración, de marzo a junio.

También son privilegiadas las ciudades de Tampico, Mante y Madero en el estado de Tamaulipas; Cuernavaca, Morelos; y Ciudad Valles, SLP, por citar algunas de las poblaciones que engalanan sus avenidas con su hermoso color.

En Xalapa se localizan 212 ejemplares, de acuerdo con el catálogo publicado por el Gobierno del Estado en: Árboles de Veracruz, 100 especies para reforestación. Son apreciados en parques y jardines particulares, en la zona del fraccionamiento “Las Ánimas”, por ejemplo.

Coatepec presume cada primavera el frondoso maculís que hermosea la glorieta dedicada al ilustre intelectual, historiador, diplomático, abogado, politólogo, periodista, urbanista y sociólogo José Ezequiel Iturriaga Sauco; tal vez la majestuosidad de este ejemplar de palo de rosa se deba a que está alimentado con el nombre de tan distinguido personaje, en cada rama florece su sabiduría y benevolencia cubriendo el suelo coatepecano con una hermosa alfombra rosa.

mcarmendelfin@hotmail.com