Javier Roldán Dávila
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Ya que son menos-dedos, les urge un Muñoz Ledo
La partidocracia opositora, en Veracruz, PAN, PRI y MC, suma en total nueve diputados locales contra 41 de MORENA, PVEM y PT, en términos llanos, no tienen nada que hacer más que convertirse en legisladores que den testimonio, en cualquier sentido, de lo que ocurra en la LXVII Legislatura, que se instaló ayer martes.
Las buenas intenciones sobran (como las declaraciones del diputado Héctor Yunes, en el sentido de que defenderá los intereses de la ciudadanía y que ‘habrá un intenso debate para sacar adelante iniciativas que resulten en favor de los veracruzanos’), ya que, el principio de realidad es contundente: la 4T hará lo que convenga a su proyecto político.
Por lo tanto, algo tendrá que hacer el conjunto de la oposición. De entrada, intentar consolidar un mini-bloque, para que al rato no salga alguno de los nueve, con el rollo de que por sus venas ‘corre sangre guinda’ y que, de plano, se agrega a la bancada oficial.
Quizá, ni en los mejores tiempos del priismo, la presidencia imperial detentó tanto poder, así las cosas, estos tres años, servirán para determinar si los partidos señalados pueden reinventarse o, en su defecto, pierden más terreno en el mapa estatal (eso de que MC tuvo un gran crecimiento en votos el proceso pasado, es un espejismo).
La suerte está echada, veremos si están a la altura de las circunstancias, porque una cosa es clara, en estos casos, no importa el juicio de la historia, sino, el de las urnas.
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