Pobreza e ignorancia, pandemias mortíferas promovidas por el neoliberalismo
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Con diferencia de pocos días, nos enteramos que en la ciudad de Tampico, Tamaulipas y en el municipio de Alvarado, Veracruz, dos jovencitas que se encontraban embarazadas, fueron muertas para extraerles el bebé del vientre.

Jessica Hernández García de 20 años, fue asesinada para sacarle a su hija con un cuchillo de cocina, cuando ya contaba con ocho meses de preñez, la homicida, Cynthia ‘N’, hizo el criminal relato, la pequeña acabó muriendo.

En el otro caso, Jenny Judith S.V. de 22 años, corrió la misma suerte a manos de Brianda ‘N’ (que aún no está detenida), por fortuna el recién nacido fue rescatado con vida.

Años atrás, la casa, el templo, la escuela, eran sitios en los que nos considerábamos seguros, eso ya no existe.

Desde nuestros orígenes como especie, el vientre materno se constituyó en una burbuja que nos proporciona la seguridad para llegar a ver la luz. La naturaleza lo concibió para ello.

Sin embargo, la crisis civilizatoria que vivimos se manifiesta en formas cada día más aterradoras. No fueron los nazis, ni una secta satánica, ni la violencia de Estado evitando la explosión demográfica, fueron mujeres pobres…atentando contra mujeres pobres.


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