ESTE DÍA, con el registro de Héctor Yunes Landa, como candidato del PRI, a la gubernatura de Veracruz, se despejan, definitivamente, todas las dudas que se habían generado, todavía, en los recientes ocho días.

Seguramente, con malas intenciones, se habían esparcido rumores en el sentido de que habría un candidato más que se registraría y con ello, descomponer, de nueva cuenta, el escenario político estatal.

Después de la solución que el Partido Revolucionario Institucional, hizo del ahora Senador con licencia Héctor Yunes Landa, se habían calentado los ánimos nuevamente y se dijo que había otro aspirante que se ponía a tu por tu con el legislador veracruzano. Esto motivó, sin duda, que otra vez, los principales actores políticos, fueran convocados a la unidad política y de inmediato, además, se ordenó desde la misma dirigencia nacional, que diversos sectores se manifestaran a favor del precandidato ya determinado para desechar las dudas que comenzaban a generarse.

Las aguas volvieron a su cauce y se dijo entonces que la fecha para el registro de Héctor Yunes Landa, sería hoy, veinticinco de enero, para evitar cualquier otro borrego lanzado con malas intenciones.

Todo quedó quieto desde entonces, pues hasta el mismo Yunes Landa, tuvo que guardar silencio para no encender nuevamente la mecha de la bomba que, finalmente, se desinfló.

Así las cosas, hoy será un gran día para el PRI y para los priistas, pues un asunto calificado desde hace tiempo como inédito, debido a la participación de sus principales actores políticos en la sucesión gubernamental que ha venido siendo condimentada con muchos sabores y sinsabores, al grado de que, aunque usted no lo crea, llamó la atención de propios y extraños dentro del concierto de entidades del país que no creían en tantos dimes y diretes respecto a la política veracruzana.

Héctor Yunes Landa, será, sin duda alguna, el candidato del Partido Revolucionario Institucional, una vez, efectuado su registro y llevado a cabo el proceso interno que dicta la propia convocatoria y los estatutos del mismo tricolor.

Con Héctor, tal y como hemos comentado a lo largo de este año, se ganará la gubernatura de dos años, pues bien calificado estaba, como también lo fue el propio Pepe Yunes, pues en ambos se encontraba la clave para que el partido tricolor siga teniendo en sus manos esta posición de enorme importancia para la administración pública de la entidad, como también lo es para la misma política estatal y nacional.
Se despejan todas las dudas, se toma el rumbo que necesita el PRI, reacomodándose, desde luego, las piezas que serán importantes para hacer el trabajo proselitista dentro de los siguientes meses, tiempo de campaña, hasta faltar los tres días que señalan las mismas determinaciones electorales, antes de las elecciones constitucionales.

Veracruz, está listo para elegir a su nuevo gobernador del estado, aunque el periodo constitucional, solamente lo sea por dos años, lo cual significará un reto muy interesante para el senador con licencia, pues en este tiempo tan corto será muy difícil la tarea para cumplir con todas las demandas de los veracruzanos, las que están pendientes y las que, seguramente, le harán llegar a través de la campaña política que se habrá de escenificar en el futuro inmediato.

Héctor cumple, de esta manera, con sus sueños políticos de tantos años. La candidatura, no han duda, se la ganó a pulso.

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APARTE, MUY APARTE, del futuro político del actual diputado local, Ricardo Ahued Bardahuill, ya hemos señalado que su gran capacidad política y de trabajo que ha demostrado, no tan solo ahora, sino desde que fue alcalde de la capital veracruzana, lo sitúan como punto de referencia para ocuparlo en otras labores de mayor trascendencia.

Junto con Américo Zúñiga Martínez, Ricardo, es de los hombres que forman parte de una generación que tiene como principal objetivo destacar con pasión dentro de su trabajo y cumplimiento de sus respectivas responsabilidades.

Américo, es priista de convicción. Ricardo, lo es de invitación, como siempre ha sido, pero en los dos hay coincidencias por cuanto se refiere al quehacer público, que se consideran perfectos para integrar el futuro gabinete.

Son los dos, hombres que bien encajan en los nuevos proyectos del futuro Gobernador. Tienen esa esencia política que los anima lo impulsa a seguir por un camino de servicio hacia los demás. De esto no ha duda.

Por esta razón, que no quepa la sorpresa de que puedan ser llamados a formar parte del nuevo futuro de Veracruz.

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LAS CIRCUNSTANCIAS lo han puesto, sin duda, contra la pared.

Sin embargo, no se da por vencido y sigue adelante en su objetivo de enderezar los espinosos caminos de las finanzas públicas estatales.

Es hombre fuerte, preocupado por su quehacer, pero difícil de doblegar.
Hablamos, desde luego, del actual Secretario de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín, quien confiesa que se siente presionado ante la responsabilidad que le han confiado, pero que hace todos los esfuerzos posibles para salir adelante.

Viaja a México, por lo menos, una vez por semana. Trata los asuntos de las finanzas veracruzanas, regresa a Veracruz, atiende los innumerables problemas que aquejan a su dependencia y sin descansar, trabaja día y noche.

En el momento que pudimos platicar con él, caminaba solo. Se había desprendido de sus constantes actividades, solo para respirar un poco de tranquilidad, pero sin disponer de mucho tiempo.

La Secretaría de Finanzas, del Gobierno del Estado, es ahora y siempre, la dependencia más importante para la administración estatal. Ahí convergen todos los problemas económicos y ahí se enfrentan, sin duda, las constantes retos de cumplir cabalmente con los compromisos contraídos y aquellos que se suman, todos los días, por efectos de la propia dinámica gubernamental.

Gómez Pelegrín, como se sabe, la encabeza.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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