Aun no transcurrieron las 72 horas de la elección para renovar la gubernatura de Veracruz en la que los resultados preliminares dan clara ventaja a Miguel Ángel Yunes Linares del la alianza PAN-PRD y al parecer el PRI y sus aliados se levantan antes de que el réferi cante el knockout y se dicen dispuestos a dar pelea, ahora desde la judicialización de la elección. Pero en la reacción tiene competencia, MORENA piensa lo mismo.

En la vorágine que se desató este martes, el PRI argumenta que de los 90 mil votos nulos que arroja la elección del pasado domingo un alto porcentaje corresponden a su candidato y esto pueda variar el resultado de la elección. Por lo tanto, ahora el tricolor exige voto por voto casilla por casilla.

En la terciada elección para renovar el gobierno de Veracruz. el PRI sostiene que de las 90 mil boletas anuladas existen votos a su favor en virtud de que en el esquema de coalición con el Partido Verde, Nueva Alianza, Partido Cardenista y Alternativa Veracruzana, los veracruzanos podían votar por cualquiera de los partidos o por todos, o por algunos y el voto sumaría en beneficio del PRI.

Sin embargo, los reportes en poder del PRI es que los funcionarios de las mesa directivas de las 10 mil 426 casillas instaladas no fueron debidamente capacitados y que al momento de contar los votos al cierra de las casillas, desecharon en calidad de nulos, los votos que no fueron marcados para el PRI o PVEM.

En ese supuesto, el PRI y sus partidos aliados también tendrían responsabilidad por no capacitar bien a sus representantes que en teoría y de acuerdo a la ley debieron asignar dos por cada casilla por cada partido.

La diferencia de votos entre Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Landa es precisamente de menos de 90 mil votos, en un rango de unos 800 mil votos para cada uno de los puntos, y de unos 650 mil para el tercer lugar que ocupa Cuitláhuac García. En una votación que no alcanzó el 53 por ciento de participación.

Los apretados resultados en la mayoría de los distritos causaron demasiado ruido para el PRI, sobretodo en los que barrieron a sus candidatos y tras la confesión de sus representantes de que se confundieron al contabilizar los votos de todos los aliados, decidieron dar la batalla.

Para este jueves se pera que el PRI y sus aliados ofrezcan una rueda de prensa para anunciar que irán con todo para pelear ante el OPLE el voto por voto, casilla por casilla. Aunque la ley establece que ese procedimiento en los cómputos se aplica por distritos y sólo en aquellos en los que la diferencia de votos entre el primer y segundo lugar sea menor que el número de votos anulados.


MORENA HACE LO SUYO

Para el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Cuitláhuac García Jiménez, los resultados de la elección del pasado domingo tampoco son satisfactorios ya que aunque se ubica en tercer lugar, argumenta que la falta más grave es que existen unas 120 mil boletas extras que pueden ser duplicadas, extras o piratas.

Además, García Jiménez calificó la elección como un acto sucio por la lucha del poder entre los primos y que llevó a un clima de violencia entre la militancia de los partidos políticos que participaron en la elección.

Con el respaldo de Andrés Manuel López Obrador, el candidato de MORENA sacó la casta y se declara listo para la batalla legal y de movimientos sociales como es costumbre de ese partido a nivel nacional.

Las condiciones de la presente post elección ofrecen un pronóstico reservado para los próximos días y meses, tal vez hasta octubre o noviembre de acuerdo a los tiempos legales que se contemplan en los tribunales, porque todo parece indicar que no hay vuelta atrás en la judicialización de la elección.

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