Lenin Torres Antonio

No se necesita mucho análisis político para saber la situación que vive el bloque opositor oligárquico construido por el poder económico, luce sin proyecto de una alternativa de país, y carente de liderazgos visibles que lo conduzca a un triunfo y le dispute el poder a AMLO.

Consciente ese poder económico de la ausencia de calidad moral de ese bloque opositor PRI-PAN-PRD para ganar las próximas elecciones intermedias del 6 de junio del 2021, y que la imagen que tienen esos partidos en el consciente-inconsciente colectivo de los mexicanos está relacionada con los abusos del poder público que hicieron cuando fueron gobiernos, ha decidido sacar su “as bajo la manga”, el sin escrúpulos y ambicioso de poder, Ricardo Anaya.

Por lo que no es fortuito su regreso a “la política” ni su amplia y rápida cobertura mediática que lo ha llevado a que sus “originales opiniones y críticas a AMLO” se vean como la oposición en ideas y propuestas por encima del mismo bloque opositor, es decir, el poder económico juega perversamente con dos cartas a la vez, el bloque opositor oligárquico (PRI-PAN-PRD) y Ricardo Anaya, mejor conocido como riki rikin.

Su estrategia mediática lo presenta como el más populista de los populistas, así los vemos “visitar a los pobres y compartir con ellos un taco”,  vivir en “carne propia” y hacer un esfuerzo sobrehumano y “levantarse temprano y acompañar a una trabajadora en el recorrido que hace como miles de mexicanos día a día para llegar a sus centros de trabajos”, descubrir en su periplo trota-México, y “descubrir sabiamente que la mayoría de los mexicanos usan cubre bocas para no contagiarse del mortal coronavirus”, hacer replica “concienzudas” de los temas de la agenda política actual, utilizar las redes sociales y ser trending topics más que los propios dirigentes de los partidos PAN, PRI y PRD, claro a costa de jugosas inversiones en dichas redes sociales, porque como todos saben salir en las redes sociales de forma gratuita y ser considerado un exitoso es cuestión de unos buenos años con originales contenidos en las redes, y francamente no creo que su retahíla de evidentes planteamientos como réplica Ricardo Anaya pueda colarse en un instante como un exitoso en las redes sociales.

Por cierto, cuando estaba en la plenitud del “pinche poder” nunca lo vimos comentar ni defender que “primero son los pobres ni los necesitados”. Y hablando de su simplona crítica a la reforma energética del gobierno de AMLO, nunca lo vimos hacer un defensa tan puntual al uso de energías limpias, y lo que si presenciamos fue que encabezó en la legislatura peñista la campaña de convencimiento de la aprobación de la reforma petrolera para hacer del petróleo mexicano jugosos negocios para los inversionistas extranjeros y connacionales (los amigos del prianismo), sin un beneficio para los mexicanos, como que iba a bajar el precio del petróleo, la luz, y el gas, además que con ella se iba a rescatar a PEMEX, y no lo hizo, por la sencilla razón de estar coludido con el poder en turno. Todavía recordamos sus llamadas telefónicas en código a “sus correligionarios de pillería”, pidiéndoles sus “mochadas” a algunos gobernadores panistas para sostener su costoso tren de vida, mantener sus lujosas casas, sus viajes semanales a los Estados Unidos, etc., y oírle decirles, ”la cifra que tu puse en el papel es un poquito más del que te digo”, y la contestación del gobernante panista, “si quieres te puedo dar el doble”, y ahora actuar como el más revolucionario y preocupado mexicano que quiere contribuir a la regeneración del poder político.

Bueno en éste país surrealista que vivimos la creación y construcción de estos liderazgos espontáneos es cosa común y evidente, y si hay que montar un culebrón y hacerlo parecer el príncipe que se casa con la cenicienta se hace, por eso veo un cierto paralelismo con la asunción al poder de Enrique Peña nieto, y que como he comentado, la genial película “la dictadura perfecta” dirigida por Luis Estrada, y protagonizada entre otros actores por Sergio Mayer caracterizando al “genial comediante” Enrique Peña Nieto, lo describe. El retorno a la vida política de Ricardo Anaya, pese a sus escándalos de corrupción y complicidades con el poder en turno, describe el montaje que el poder económico hace para hacerlo el próximo “Chapulín Colorado”, para que nos sorprenda “que no contábamos con su astucia”.

A falta de hombres visibles para hacerlos líderes, un invisible Markos Cortés, dirigente del PAN no fue una buena opción, un restirado y voluntarista Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente del PRI tampoco, y uno de los chuchos neo fifí, Jesús Zambrano Grijalva menos, así que mejor optaron por Ricardo Anaya, con sus cualidades en el buen manejo de la imagen, buen comunicador, con ese perfil muy ad hoc para la nueva estrella populista, tan sólo faltan unos retoques, cómo que se embarre de mugre y sufrimiento aunque sea a flor de piel, tan sólo como dice un analista pagado para hablar bien de él, “le falta sentirse cómodo entre la gente del pueblo”, así que con esa mística de descenderlo a la vida real de los mexicanos le están montando una campaña para competir y hacerlo “el nuevo líder” que salvará a México con “espectaculares” propuestas, con ese baño de pueblo se le se le busca que se le perdone su pasado corrupto neoliberal.

De mientras, todos sus comentarios, que por cierto son de lo más simples, resuenan en la gran mayoría de los medios de comunicación, y se le intenta presentar como el nuevo López Obrador de México, sin importarles que copie sus estrategias y emule sus discursos, así vemos a analistas políticos, como les dije, bien pagados, decir que fue mejor “su elección de no aceptar ninguna invitación de partido a puesto de elección popular,  y lanzarse a recorrer México”, lo ha situado en corto tiempo en la preferencia del electorado de la oposición a AMLO, por encima de los presidentes de los partidos políticos que forman la alianza del bloque opositor.

El milagro del marketing político, hacer parecer lo que no se es. Ahora no casándolo con una artista del canal de las estrellas para vestir su liderazgo, sino acercándolo al sufrido pueblo mexicano, aunque después de estar con él, se lave la mano con lejía obsesivamente.

El poder económico está atrás y ahora delante de la oposición a AMLO, su certeza que AMLO les vino a quitar algo que por derecho les pertenecía los lleva a descararse, a confirmar y evidenciar lo que por mucho tiempo trataron de ocultar, que el PRI y el PAN no tan sólo son lo mismo como dice AMLO, y que además son propiedad del poder económico, y ahora hasta el PRD. Pero estoy seguro de que "en el pecado llevarán la penitencia", porque subestiman a la gente, piensan que México sigue siendo ese pueblo manso que por mucho tiempo dejó que abusarán de él, que permitió que las riquezas del país se mantuvieran en las pocas manos del poder económico. Afortunadamente existe una sociedad más informada que sabe distinguir entre la verdad y la mentira, y no se dejará engañar, y las prácticas políticas que permitían a través de corromper a la gente comprando el voto a su favor con despensa, laminas, etc., ya no sirven, la sociedad mexicana sabe quién es quién, y sabe que el pasado jamás será una opción para resolver sus graves problemas que ese mismo pasado causó.

La ambición de ese poder económico apátrida que no tiene más nación que el dinero no tiene límite, y es tal su descaro, que no contento con destruir y corromper al sistema de partidos que formaban el bipartidismo PRI-PAN, ahora apuesta con engañar a México con su fifí revolucionarios, un Ricardo Anaya que de revolucionario sólo tiene la primera letra de su nombre, porque todo lo demás es la reproducción de los políticos que han degenerado el poder público y político, y han usado la política para sus intereses particulares, ahora es el “as bajo la manga” del poder económico que piensa ingenuamente que no nos daremos cuenta.

Marzo de 2021