Maricarmen Delfín Delgado

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Naranja, esta palabra encierra varios significados y acepciones: una deliciosa fruta, una frase popular, un refrán, un hermoso y llamativo color desperdigado en el entorno y en la naturaleza, sin embargo, es subestimado. Es el favorito del budismo, de la transformación y el consentido en la India. En teoría existen 45 tonos de este encantador color, muy utilizado en el diseño y en la publicidad ya que advierte sobre el peligro, motiva el apetito, sugiere diversión y sociabilidad. Es la intensificación del amarillo y el preámbulo al rojo. Desde la antigüedad se ha considerado como un color sagrado para muchas culturas.

También es el preferido por la naturaleza para colorear y dar sabor al entorno, vegetales, frutas, insectos, aves, carnívoros, rocas y flores así se tiñen para convidar aromas, sabores y sensaciones gratas a los sentidos. Somos afortunados al percibir esta maravilla cromática, sobre todo, en las dos primeras estaciones del año.

Los framboyanes, flamboyanes, tabachín, acacia roja y “palo de fuego”, su nombre botánico es Delonix regia, son los árboles con floración color naranja principalmente ya que también los hay con flores amarillas y rojas, es originario de Madagascar y su siembra se ha extendido por las zonas tropicales de México, de tronco estrecho semirretorcido de color opaco o gris, mide de 5 a 15 metros. Se encuentran principalmente en los estados de Oaxaca, Nayarit, Michoacán, Chiapas, Morelos, Tamaulipas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Nayarit y Veracruz.

El Spathodea campanulata o tulipán africano, árbol ornamental tropical, esta especie es de las más espectaculares que adornan parques y avenidas en las zonas tropicales, alcanza una altura entre 25 y 30 metros, de grandes flores anaranjadas que miden hasta 12 centímetros de ancho haciendo copa en floración visible desde un kilómetro de distancia, también se le conoce como “árbol de la fontana”, la savia se usa como tinte para la ropa. Se adapta a varios tipos de suelo con un buen suministro de agua, a pesar popularidad no es fuerte y sus ramas tienden a romperse. Está incluido en las 100 especies invasoras y forma parte de la colección de especies exóticas en el Arboretum del Jardín Botánico Clavijero.

El amarillo es el color de la amabilidad, la diversión y el optimismo, da luz e iluminación, se considera el color del entendimiento, de la madurez y el amor sensual, pero al mismo tiempo de la invidia, los celos y la mentira, cuenta con 115 tonos.  Es el preferido de los artistas del pincel: Van Gogh, Monet, Matisse, Derain y Gauguin entre otros. En la antigua China era noble y privilegiado usado solamente por emperadores, emperatrices, príncipes y princesas, para otras culturas simbolizaba el color del oro y de los dioses; ya lo versa el refrán: “la que de amarillo se viste en su belleza confía”, así que no lo olvidemos en el guardarropa.

La naturaleza lo regala en el huizache o acacia farnesiana, de abundantes y aromáticas flores amarillas, en náhuatl significa “huele a miel”, crece en zonas cálidas y semidesérticas, es conocido por sus propiedades medicinales como analgésico, antiinflamatorio, astringente, coagulante, calmante, mide de 5 a 8 metros, de troco corto y ramas extendidas, sus frutos son vainas extendidas. Se encuentra en San Luis Potosí, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Veracruz, con ejemplares en Teocelo, Jilotepec, Tepetlán, Alto Lucero, Puente Nacional , Totutla y Xalapa.

El guayacán contrasta con sus flores amarillo oro, son árboles frondosos de copa ancha, su madera es muy cotizada por su dureza, alcanza una altura de 12 a 15 metros con un tronco de 60 centímetros de grosor. Se encuentran en Oaxaca, Jalisco, y en la zona centro y sur del Golfo de México. En Veracruz se encuentra por todo el estado, en Xalapa se encuentran más de 200 ejemplares según datos de la publicación Árboles de Veracruz, 100 especies para la reforestación.

Así nos deleita la naturaleza durante la primavera y el verano, con pinceladas del naranja al amarillo.