Javier Roldán Dávila
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A pesar de ser democratacristianos, nunca entendieron sobre la multiplicación de los panes
Es de llamar la atención, el hecho de que dos panistas prominentes, laven la ropa sucia en X, sobre todo, porque siempre han presumido ser partidarios de las ‘buenas costumbres’ lo que, en este caso, podría tipificarse como urbanidad política.
Así pues, el ex presidente Felipe Calderón y el actual dirigente del CEN blanquiazul, Marko Cortés, protagonización un sainete harto patético, en el que se acusaron mutuamente de ser responsables, en sus respectivos tiempos, de las derrotas de Acción Nacional.
En realidad, si los dos personajes ejercieran la autocrítica, tendrían el buen tino de quedarse callados, ya que, ambos han contribuido a que el partido fundado por el gran pensador, Manuel Gómez Morín, esté a punto de volver a sus orígenes: convertirse en una fuerza electoral focalizada en algunas regiones del país, lo que significa una involución.
Sin embargo, en un acto de desmesura, se lanzan cacayacas como sí con eso contribuyeran a superar la crisis en que se encuentra dicho instituto político.
Volvemos a insistir, la falta de liderazgos en la oposición, además de llevarlos a perder elecciones, ha provocado que todo lo relativo a sus partidos, lo busquen resolver a dentelladas, tal si fuera una presa, en lugar de construir consensos respecto de cómo enfrentar los retos del porvenir.
En fin, si los azules y los tricolores no pudieron con Marko y Alito: ¿cómo carambas iban a vencer a la 4T y YSQ?, obvio, los que no pueden lo menos…no pueden lo más.
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