Amadeo Palliser Cifuentes / Barcelona 

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La frase que he tomado como título, es de Mafalda, del clarividente Quino, y me parece muy pertinente, pues, en esta época podemos constatar, sin ninguna duda, que se cumple en la mayoría de los casos, como elucubraré a continuación.

Todos reconocemos que Quino (Joaquín Salvador Lavado Tejón, 1932 - 2020) nos mostró una Mafalda aguda y perspicaz, y su tradicional odio a la ‘sopa’, según el autor, era una metáfora del militarismo y la imposición política.

Y claro, muchos también odiamos esa sopa, especialmente en momentos tan desconcertantes como el actual, dominado y controlado por mentes cerradas, pero siempre bocazas, pues nadie quiere perder sus cinco minutos de gloria.

En el reino español, estos días vemos muchos ejemplos de esas mentes cerradas, carpetovetónicas:

La actitud prepotente de María Dolores de Cospedal García y Alicia Sánchez Camacho, lideresas del PP en el apogeo del Procés; pues sus respuestas, propias de machirulas, en la comisión del congreso de diputados, fueron verdaderos ataques a la inteligencia, a la ética y a la moral, como ya mencioné en mi escrito de ayer. Y, en esa misma línea, la falta de información, o la tergiversación, dada por los medios de comunicación nacionalistas españoles, son más de lo mismo, obviamente, ya que tienen asumido que, contra el independentismo, todo vale, todo es correcto, justo y necesario. Y el colmo del cinismo, fue oir a la machirula Alicia presumiendo que ‘haber marchado de Catalunya, no vivir con ustedes, es de las mejores decisiones que he tomado en mi vida’. Nos odian, no nos quieren, pero nos retienen encadenados.

Un segundo ejemplo de mentes cerradas (carpetovetónicas) y bocazas, lo vimos ayer con ERC, pues después de mil diatribas de sus líderes Oriol Junqueras y Elisenda Alamany, diciendo que no apoyarán los presupuestos generales de la Generalitat ni los de España (para este 2025 y los del 2026), si no se avanza de forma clara y efectiva en temas como Rodalies (trenes de cercanías) y la financiación singular. Pues bien, ayer, la portavoz de la Generalitat informó que ERC y los Comunes han dado su conformidad a incrementar los presupuestos del pasado 2024, con 2.168 millones de euros. Es cierto que ERC ha ‘conseguido’ contrapartidas en la tributación del IRPF en las rentas bajas (que bien venidas serán). Pero no es correcto, ni ético, ir lanzando mensajes de dureza contra la aprobación de los presupuestos y, por la puerta de detrás, aprobar su incremento, que en la práctica no deja de ser lo mismo. Y, claro, en ese mercadeo persa (o de Calaf) ir presentando ‘logros’ menores, no deja de ser una gran estafa propia de bocazas.

Un tercer ejemplo lo tenemos con las declaraciones de ayer, del consejero de justicia de la Generalitat, Ramón Espadaler, diciendo que ‘no es necesariamente incompatible que el edificio de Vía Laietana 43 sea, al mismo tiempo, una comisaría de policía y un espacio de memoria democrática’. Es evidente que ese chaquetero personaje, que lleva décadas arrastrándose en la política, por su mediocridad ante cualquier reto profesional privado, demuestra que no entiende ni asume las reclamaciones de las entidades memorialistas y de defensa de los derechos humanos. Simultanear ambas funciones, la de los continuadores de las torturas con las de los torturados, es, saltando las distancias, como si los campos de concentración nazis fuesen, asimismo, sede de vestigios de ese pensamiento, por llamarle de algún modo. Pero, claro, así es el gobierno de Salvador Illa, un personaje gris y cobarde, que quiere quedar bien con todos (especialmente con el poder central del estado), queriendo hacer una tortilla sin romper huevos. Y, así, al final, quedará mal con todos.

Un cuarto ejemplo, y éste del gobierno ‘de todos’ del represor Salvador Illa, también lo vimos ayer: el Institut Català de la Salut (ICS) había propuesto asignar incentivos económicos a los médicos que tramiten altas de pacientes derivados por las mutuas laborales. Afortunadamente, los colectivos sanitarios, colegios de médicos, etc., han rechazado esas medidas económicas adicionales, fijadas como mejora de la productividad, ya que ‘una acción así puede ir en contra de la salud del paciente, ya que se trata de un modelo perverso que pone en duda la confianza en el sistema sanitario público y pone en peligro la salud de los trabajadores (…) no pueden premiar económicamente a los profesionales con una medida que va en contra del código deontológico’. Ante este rechazo, el ICS ha hecho marcha atrás y ha retirado esa medida, que demuestra un pensamiento economicista de la salud (y de todo). Y, claro, no hay ni habrá ceses ni dimisiones, y la consejera Olga Pané Mena, seguirá en su poltrona, sin ni siquiera dar las mínimas explicaciones. Esa es la ‘responsabilidad’ de Illa (155), y ese es su ‘gobierno de todos’.

Etc.

Gobernar es decidir, tomar partido, y asumir responsabilidades. Pero vemos que en el reino español (y en su extensión catalana: la Generalitat), gobernar sigue siendo engañar mientras se aplica la estrategia del ‘palo y la zanahoria’. Y eso es inmoral y deshonesto.

Como lo es, asimismo, el mensaje de la UE recomendando a los europeos tener provisiones, un kit de supervivencia para tres días (documentos de identidad, agua potable, alimentos en conservas, herramientas multiusos, linternas, un botiquín con los medicamentos básicos, recetas, dinero en efectivo, etc.), por si hay una guerra o una crisis climática o de terrorismo digital. Es evidente que el espíritu fundacional de la UE se ha olvidado hace años. Y ahora, ante la ‘necesidad de rearmarse’ que quieren imponer, la estrategia del miedo es fundamental, para que la ciudadanía acepte las mayores inversiones en armas (aquí, Pedro Sánchez miente el doble, ya que, encima lo explica como ‘defensa’), pero las armas son para matar y la mayoría, como Mafalda, odiamos esa ‘sopa’. Lo que es preciso es potenciar la diplomacia, pues el rearmamento únicamente consigue potenciar la escalada de producción de armas en todos los ámbitos y, así, multiplicar el riesgo de guerras.

Es evidente que la diplomacia nunca es fácil, se ha de tener cierta inteligencia y flexibilidad; y si bien, en épocas precedentes, hasta mediocres como Josep Borrell (PSOE) podían ejercer esas funciones (y, aún así, con múltiples y sonadas meteduras de pata), en momentos como el actual, son necesarios verdaderos estadistas, y ahora nos damos cuenta de que no tenemos, pues los burócratas de siempre, sólo han procurado por su propio interés y el de sus partidos, no para fomentar y potenciar a las nuevas generaciones y, mucho menos, a los que son críticos con su proceder.

Asimismo, ese pensamiento de la UE, ‘autocomplaciente’, y mirando únicamente su ombligo, y olvidándose de las guerras, hambruna, y miseria que hay en general en todo el planeta, es decepcionante, y un antimodelo a NO seguir, pues se ha equiparado al ‘peor sistema, descartando a todos los otros’ (rememorando la famosa frase de Churchill, respecto a la democracia)

Y en ese contexto, el reino español, añorando su perdido imperio, quiere seguir teniendo su colonia catalana, a la que quieren españolizar (como dijo el infame ministro de educación, cultura y deporte, José María Ignacio Wert); y que ‘hay que desinfectar Catalunya’, como dijo el miserable Borrell, ya citado; o ‘me gusta Catalunya, la quiero, a pesar de los catalanes’ (Santiago Bernabéu). Frases, todas ellas, muy próximas, y herederas del pensamiento de José Patiño (superintendente de Felipe V), que consideraba a Catalunya ‘un pueblo criminal’. Por todo eso, sigue vigente el ideario de Baldomero Espartero: ‘hay que bombardear Barcelona cada 50 años’, frase también atribuida al general Joan Prim.

Por todo esto, y volviendo a Mafalda, es preciso destacar que:

‘El problema es que hay más gente interesada, que gente interesante’,

¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas’,

‘Los diarios inventan la mitad de lo que dicen. Y, si a eso le sumamos que no dicen la mitad de lo que pasa, resulta que los diarios no existen’.

Ante esta situación es necesario que recordemos que:

‘La libertad nunca es dada; se gana’ (Asa Philip Randolph, 1889 - 1979)

‘Nadie te puede dar libertad. Nadie te puede dar igualdad o justicia ni nada. Si eres un hombre, la tomas’ (Àssad Mahmood, Malcolm X, 1925 - 1965)

‘La libertad nunca es dada voluntariamente por el opresor; debe ser exigida por el oprimido’ (Martin Luther King, Jr., 1929 - 1968)

‘El acto de desobediencia, como acto de libertad, es el comienzo de la razón’ (Erich Seligmann Fromm, 1900 - 1980)

Y estos pensamientos, deberíamos tenerlos presentes en todo momento y aplicarlos, ya que el reino español, desde 1714 sigue considerándose conquistador, vencedor, pues sabemos y recordamos que:

El 21 de marzo de 1925 (justo ahora hace 100 años), el dictador Miguel Primo de Rivera Orbaneja (1870 – 1930) aprobó el Estatuto Provincial de 1925’, aboliendo la Mancomunidad de Catalunya (1914 – 1925) que, según él, representaba un ‘regionalismo mal entendido’, por lo que era preciso:

‘Reconstruir desde el Poder la región, reforzar su personalidad, exaltar el orgullo diferenciado entre unas y otras es contribuir a deshacer la gran obra de la unidad nacional, es iniciar la disgregación, para la que siempre hay estímulo en la soberbia o el egoísmo de los hombres (…) Hemos pasado por un ensayo de ese especial regionalismo con la mancomunidad de Catalunya, y él ha conducido a tal grado de mal entendido predominio del sentimiento regional que, contra lo que se decía de que era convivible con el de la Patria grande, lo hemos visto galopar desenfrenadamente hacia el nacionalismo y el separatismo, haciendo pasar a los catalanes amantes de España horas de amargura y humillación, y a los españoles todos de inquietud y descorazonamiento’.

Y ese pensamiento sigue igual en la actualidad, sigue siendo válido su ‘impertérrito e impasible ademán’ falangista, pues el núcleo duro de ese discurso, en realidad, es el mismo que hizo el infame Felipe VI, el 3 de octubre del 2017; y, así, ahora tenemos a Salvador Illa, ‘el salvador de su España’, claro, para acabar de laminar el ‘sentimiento regional (…) galopando desenfrenadamente hacia el nacionalismo y el separatismo, haciendo pasar a los catalanes amantes de España horas de amargura y humillación (…)’. Es evidente que nuestros sentimientos, de los independentistas, son terroríficos y deben ser exterminados, ‘desinfectados’, y en esto están, como vamos viendo en la constante y progresiva españolización de todas las instituciones catalanas.

Por todo esto, y a pesar de esos prepotentes bocazas poderosos, sólo nos queda persistir, exigiendo y tomando nuestra libertad (de forma pacífica, pero inteligente y eficaz), sólo así nos libraremos del problema de las mentes cerradas que siempre tienen la boca abierta (rememorando a Mafalda)

amadeopalliser@gmail.com

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