Se está ya en la recta final de este sexenio, del que entre sus logros más importantes se ha hecho especial énfasis en el manejo que ha tenido de las finanzas, de la estabilidad económica alcanzada y de la gran infraestructura carretera que se ha construido a lo largo y ancho del territorio mexicano.
Pero también este sexenio, en un renglón que es concomitante con los antes mencionados, se ha caracterizado por ser el sexenio de la consolidación de la llamada industria dorada, la automotriz y de autopartes, la cual sigue en auge y en aumento hasta estos días.
Se trata de una industria que no sólo ha traído al país millonarias inversiones y ha creado miles y miles de empleos bien remunerados --con lo cual se ha convertido en un verdadero detonador y soporte de la economía de las regiones o estados donde se asienta--, sino que ha dado prestigio al trabajador nacional y al país, y ha colocado a México en el lugar número OCHO entre los 40 principales productores de autos a nivel mundial.
En 2011, el sector automotriz mostró un acelerado crecimiento que lo hizo alcanzar un nuevo récord en su historia, pues la producción de vehículos ligeros fue de 2.55 millones de unidades, de las cuales 2.14 millones fueron para la exportación y el resto para el mercado nacional.
Con esta cifra, el sector representó el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y el 20 por ciento del PIB manufacturero.
Asimismo, captó el 6 por ciento del total de la inversión extranjera directa, y empresas como Ford, Nissan, Honda y Mazda anunciaron para 2012 inversiones por más de 12 mil millones de dólares para la fabricación de vehículos completos, motores, transmiones y autopartes.
También se ha abierto otros mercados, pues sus exportaciones ya no sólo son a Estados Unidos, sino a Europa y Latinoamérica.

Las grandes fortalezas de México en este sector son su localización estratégica, pues está ubicado en el centro del mundo automotriz y es el punto donde confluyen los dos corredores de manufactura más importantes de Norteamérica, sus bajos sueldos laborales en comparación con los de los otros competidores, la competitividad de sus costos de producción, su amplia red de proveeduría (84 de las principales empresas productoras de autopartes tienen presencia en México), su experiencia --de casi un siglo, pues la primera planta se instaló en 1921--, y el talento de la plantilla laboral en todas sus categorías, que es reconocida en todo el mundo.
En los primeros seis meses de este año se había producido un millón 400 mil autos, 12 por ciento más que en 2011, y el 5 de este mes se anunció la instalación de Audi en Puebla con una inversión de mil 300 millones de dólares para 2013.
En términos resumidos, por concepto de exportaciones, la industria automotriz nacional tuvo ingresos por más de 30 mil millones de dólares en el primer semestre del año y de acuerdo con el INEGI da empleo a casi 700 mil trabajadores.
Por todo lo anterior salta la pregunta de qué ha pasado con las plantas que, en la administración pasada, se anunció se instalarían en el estado, sobre todo tomando en cuenta lo que representa el puerto de Veracruz.