Es muy raro, muy atípico que en esta época se presenten precipitaciones pluviales de gran intensidad, o al menos hasta hace poco era muy raro, pero hoy, con el cambio climático, por lo visto y todavía lo que falta por ver, todo puede esperarse.
Por lo regular en invierno se registran lloviznas intermitentes durante varios días, caída de aguanieve o heladas, pero rara, muy rara vez se presenta una tromba que haga subir de manera peligrosa los caudales de los ríos.
Sí, es muy raro, pero este domingo, en la zona norte del estado se presentó este fenómeno meteorológico de manera sorpresiva y tomó por sorpresa a todos, tanto a la población como a las autoridades.
Las familias todavía no se recuperaban de la resaca del festejo de la noche anterior por la celebración de la cena de año nuevo, o todavía festejaban, cuando de pronto, ¡zas!, que se deja caer el chubasco que enfrió el ambiente y dejó fríos a todos.
Era la tarde del domingo, el primer día de este año, que según las profecías mayas y otros vaticinios astronómicos será muy, pero muy difícil y convulso; era la tarde del domingo cuando en la zona de Nautla, San Rafael y Vega de Alatorre comenzó a llover como consecuencia de la presencia del frente frío número 23.
La lluvia se prolongó hasta entrada la noche, pero lo grave fue cuando se intensificó y se convirtió en una tromba que hizo crecer los ríos de respuesta rápida como el Misantla, Colipa y Nautla.
Grandes avenidas de agua invadieron e inundaron a decenas de comunidades, pero la parte más afectada fue la de Vega de Alatorre.
De acuerdo con la información que se tenía ayer por la noche, la tromba siniestró más de 20 comunidades y causó daños al menos a 600 viviendas de igual número de familias.
En Lechuguillas los drenajes fueron insuficientes para desalojar las avenidas de agua y las calles y las casas comenzaron a ser invadidas y a llenarse de agua.
Un puente colapsó justo en el momento en el que por él transitaba una pipa cargada con gas y el pánico se apoderó de la población que temió fuera a explotar.
Otra vez esa zona vivió momentos de pesadilla, pues como se recordará, en octubre de 1999, toda esa región sufrió la peor inundación de su historia, cuando otro fenómeno meteorológico trajo torrenciales aguaceros que forjaron a desfogar las aguas de una presa en el estado de Puebla.
Fueron cientos y cientos de hectáreas de cultivos las que el agua arrasó, muchas vidas perdidas y cientos de cabezas de ganado desaparecidas.
Quienes trabajaron toda su vida y se forjaron un patrimonio, de la noche a la mañana se quedaron sin nada y en la nada.
Ese recuerdo hizo este domingo temer lo peor, y aunque hay pérdidas materiales, afortunadamente hasta el momento no se había reportado la muerte de ninguna persona.
Sin embargo fue un aviso más de que hay que estar preparados para lo que sea y por lo que venga, porque los fenómenos naturales sí que le han pegado a Veracruz, que aún no se recupera de la tragedia que trajeron “Karl” y “Matthew”.
Empezó 2012 mal, y ojalá no vaya a ser peor que los 2 años anteriores.