Aunque en términos políticos y profesionales nunca he trabajado con el panúquense Patricio Chirinos Calero (hay quienes lo ubican nacido en SLP, pero eso es lo de menos), debo de admitir que es un político excepcional.
Cuando lo defino como un político austero no me refiero a que sus ideas económicas tengan que ver con los recortes presupuestales, sino con su estilo de vida, del jefe “Chiri” se podrán decir muchas cosas, pero nunca que fue un funcionario que haya vivido en los excesos que muchos hombres del poder lo hacen.
Lo conocí a principios de los años setenta, cuando se desempeñaba como secretario particular de Rodolfo Echeverría, quien era Oficial Mayor del CEN del PRI. De ahí salió como diputado federal en 1973 por el distrito de Papantla.
Durante el sexenio de José López Portillo le perdí la pista, para volver a ubicarlo en la campaña de Miguel de la Madrid, donde era gurú político del joven Carlos Salinas, que se desempeñaba como el titular del IEPES.
Chirinos estaba en un cubículo junto con el tamaulipeco Manuel Cavazos Lerma, allá por el rumbo de la avenida División del Norte, ambos eran de las máximas confianzas de Salinas junto con Manuel Camacho Solís.
Al término de la campaña se incorporó a la Secretaria de Programación y Presupuesto, sino recuerdo mal, como Director General de Delegaciones, ahí empezó su gran amistad con Luis Donaldo Colosio Murrieta, mismo que ocupaba otra dirección general.
No obstante ser egresado de la facultad de Economía de la UNAM, don Patricio era, quizá, el más influyente asesor político del salinato, sus consejos ayudaron a que en 1988 su jefe le ganara la nominación a la candidatura presidencial del PRI a Manuel Bartlett, Sergio García Ramírez y Alfredo del Mazo.
Después de la complicada campaña del 88, Chirinos fue nombrado titular de la SEDUE, donde se incorporó Miguel Ángel Yunes Linares, para en 1992 ser postulado como candidato a la gubernatura de Veracruz, en la cual estuvo hasta 1998.
Recordado es el discurso de don Patricio del 20 de Noviembre de 1991, cuando designado por Salinas como orador oficial, acuñó la famosa frase “los nuevos reaccionarios”, para definir a los opositores a las reformas económicas del salinato, entre ellas, el libre comercio con los Estados Unidos y Canadá.
Cabe señalar que con Chirinos se les escapó a Yunes Linares dos veces la candidatura a gobernador de Veracruz. La primera en 1998, cuando después de los desastrosos resultados de las elecciones municipales del año anterior fue desplazado por don Miguel Alemán, la segunda, con el asesinato de Colosio, con quien el panúquense tenía derecho de picaporte.
Al concluir su gubernatura, don Patricio se retiró sin aspavientos a la vida privada, discreto, no interviene en temas que no son de su incumbencia, incluso, Héctor Yunes Landa lo invitó a participar en la pasado proceso, pero no aceptó venir a “grillar” a la aldea.
Lo último que he sabido de él, es que se desempeñaba como Economista en Jefe del Banco de México, sin duda, aportando sus valiosos conocimientos.
Concluyo diciendo que Patricio Chirinos Calero es un ejemplo formidable de la austeridad republicana, se oye fácil, pero no lo es.

*Vivencias de Rafael “El Negro” Cruz, editadas por Javier Roldán