Agustín Contreras Stein

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SE HA COMENTADO que Ricardo Monreal Ávila, no forma parte del grupo de destacados políticos de Morena, que han sido mencionados por el presidente de la república, como aspirantes a la candidatura en busca de la presidencia de la república, para el dos mil veinticuatro.

Bajo esta consideración y después de la múltiples señales de que el actual líder del senado, no se encuentra en el reducido número de los cercanos colaboradores del mandatario nacional, que han sido bendecidos desde hace tiempo con luz verde para poder promoverse hacia el objetivo político de alcanzar la nominación, resulta bastante raro que el propio ex gobernador del Estado de Zacatecas, no se haya decidido a buscar apoyo en otras organizaciones políticas, como se ha comentado profusamente en todos lados.

Ricardo Monreal Ávila, siempre ha manifestado que aún sin la aceptación como aspirante por parte del presidente de la república, está dispuesto a luchar por la candidatura y aparecer en las boletas electorales de la sucesión presidencial, algo en lo que resulta siempre dudoso por la sencilla razón de que tampoco en su partido, lo quieren como parte del selecto grupo de aspirantes.

Todo esto da lugar a pensar, quizá equivocadamente, que el presidente de la junta de coordinación política del senado de la república, le esté sirviendo al mandatario nacional como fiel de la balanza, dentro de un proceso delicado para seleccionar, finalmente, al candidato presidencial. Muy a pesar de todas las cosas que han estado sucediendo en este sentido y principalmente el rechazo de que ha sido objeto el mismo senador de la república, resulta inconcebible que no haya pensado en renunciar a Morena, o cuando menos buscar acomodo en otro partido político para hacer realidad lo que tanto ha comentado y sobre todo ofrecido a sus amigos y seguidores de que sea como sea, estará buscando la posibilidad de ser uno de los principales aspirantes a la presidencia de la república.

Se dice en algunos corrillos políticos que Monreal, podría estar jugando un papel importante en esta selección de candidato y que haya de por medio un especial entendimiento con quien ha venido trabajando políticamente desde hace más de veinte años en la construcción del proyecto político denominado cuarta transformación, lo que podría ser una especie de distractor en los momentos clave para que el presidente pueda determinar quién podría ser el sucesor.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.