02 de Abril de 2025
INICIO
Política Columnas Municipios País Orbe Educativas Cultural Sociedad Negocios Farándula Deportes Sucesos
DESDE CATALUÑA - Amadeo Palliser Cifuentes
La ciudadanía un kit de supervivencia y los líderes un kit de neuronas
2025-03-26 - 19:53

 


 


Amadeo Palliser Cifuentes / Barcelona 


___________________________


 


Las mentiras de las armas de destrucción masiva de Irak, inventadas por el trio de las Azores (George W. Bush, Tony Blair y José María Aznar) se han perfeccionado (y pervertido), pues ahora Úrsula von der Leyen (presidenta de la CE), Mark Rutte (secretario general de la OTAN) y Pedro Sánchez (entre otros) nos muestran que padecen el ‘síndrome del esclavo satisfecho’ y nos venden el rearmamento, camuflado como defensa, ante ataques híbridos rusos, para mayor gloria del emperador Trump.


 


Esta mañana (26/03) Pedro Sánchez se ha explayado en el congreso de los diputados explicando las ‘virtudes’ de incrementar el gasto militar, vistiéndolo de ‘oportunidad’ para las empresas tecnológicas, la investigación científica y demás virguerías y bondades, si bien, ocultando que todas esas ‘inversiones’ (mejor dicho, gasto), irán a parar a las mismas manos de siempre, a las grandes empresas armamentistas (incluidas las de los EUA, aunque no lo reconozca).


 


Asimismo, Pedro Sánchez ha rechazado la comparación con la guerra de Irak, argumentando que aquella fue una guerra para defender el derecho internacional (avalado por la ONU), mientras que ahora se trata de defender el derecho internacional de defensa de la integridad de los estados independientes, como Ucrania.


 


Es verdad que los políticos, como Pedro Sánchez, tienen una verborrea inmensa, con la que intentan justificarlo todo: hoy blanco, y mañana, negro; pues tienen una amnesia que únicamente las hemerotecas pueden recordarles, pero ellos, a su rollo, no hacen ni caso, pues todo lo justifican diciendo que cada momento es diferente. Y si antes la integridad de Ucrania era esencial, ahora, ya acepta su ruptura. 


 


Y en esa verborrea, Sánchez promete que ese mayor presupuesto en defensa no mermará, ni un céntimo de euro, los apartados sociales; y que lo hará, aunque no tenga presupuestos generales que lo avalen, ni recabando el voto de los diputados, pues la UE autorizará incrementar los déficits (e, incluso, no contabilizará como déficit el mayor coste en armamento). Y todo ello envuelto en una maraña propia del mejor ventrílocuo, pues, ‘no le gusta el término armamento, prefiere el de defensa’.


 


Es fácil, para Sánchez, comprometerse a que, en el año 2030, el presupuesto de defensa llegue al 2% del PIB (la OTAN exige que sea el 3 %), pues él no gobernará, según todas las encuestas. Y no le preocupa en absoluto dejar una deuda inmensa, que nuestros nietos seguirán pagando. Pero, claro, a él sólo le preocupa su futuro, y quiere ser presidente de la CE.


 


Todos sabemos que en la citada reunión de las Azores (15 marzo 2003), asistió, asimismo, y de forma callada, como anfitrión, José Manuel Duräo Barroso, primer ministro portugués hasta 17 julio 2004, después recompensado con la presidencia de la comisión europea (22 nov 2004 a 31 oct. 2014); y ese, me parece, es el precedente que Pedro Sánchez tiene in mente, ser recompensado, por haberse comportado como un alumno aventajado, sumiso y disciplinado. Y, claro, la guerra contra Irak duró del 2003 al 2011, causando millones de muertos, torturas, deportaciones, en definitiva, un inmenso dolor social.


 


Por todo eso, yo creo que, efectivamente, se puede comparar la actual crisis, con la de la guerra de Irak, al menos en su raíz: las mentiras. Las mentiras de las armas de destrucción masiva (que no existían) y la mentira del riesgo de Rusia, para Europa, que es exagerado.


 


Pero claro, esas mentiras son la estrategia para provocar miedo en la ciudadanía, y que, así, aceptemos, acríticamente, lo que los grandes oligarcas armamentistas, precisen. Y esos oligarcas, en especial los ‘tecnobros’ (tecno-bros, o brogrammer), (los empresarios tecnológicos, los siete magníficos) son, en este momento, los ‘visionarios’ del futuro que quieren imponer, y, en ese futuro, no caben los pobres, los derechos laborales, los viejos, etc.


 


A nadie se le puede escapar que el deseo de Donald Trump, manifestado de forma clara, es que los países de la OTAN eleven su presupuesto de defensa al 3 %, como he mencionado (y, sin decirlo, en beneficio de las empresas de armamento americanas)


 


En un escrito de hace unas semanas escribí que ‘El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, nos ha mostrado su habitual desfachatez, presentándose como un mercenario, un ‘político de fortuna o arma de alquiler’, rememorando a los soldados que, esencialmente, buscaban beneficios y fama personales. Lo triste y penoso, es que esas figuras las vemos en todos los ámbitos: empresarial, deportivo y, como no, en el político, como intento explicar a continuación’.


 


Y fue vergonzosa su entrevista con Trump, justo el día después que éste abroncara a Volodímir Zelenski; pues, entre risas, asumió el discurso del capo Trump, incluso cuando éste expuso su deseo de anexionarse Groenlandia, y Rutte se limitó a reír, en lugar de defender el derecho internacional.


 


Sé que Vladímir Putin es peligroso, pero también lo es la política de Trump, y la de sus antecesores, pues la sucesiva ampliación de la OTAN, hasta las mismas fronteras con Rusia, rompiendo los acuerdos de la conferencia de Yalta (del 17 de julio al 2 de agosto de 1945), que fue el inicio de la ‘guerra fría’, era lógico que acabaría teniendo consecuencias.


 


Sólo hace falta recordar la crisis por los misiles balísticos destinados a Cuba (del 16 al 28 de octubre de 1962), pues John Fitzgerald Kennedy (1917 – 1963) apostó fuerte, y, al final, la URSS hizo marcha atrás. Es decir, los EUA no aceptan tener enemigos próximos a sus fronteras, pero, claro, como dice el refrán ‘de tuyas a mías …’


 


Por todo lo expuesto, me parece que el actual contexto internacional debería ser aprovechado por la UE, para reforzar su ideario fundacional, ilustrado por su himno, basado en la ‘Oda a la Alegría’ de Friedrich von Schiller, con música del último movimiento de la Novena Sinfonía de Ludwin van Beethoven, y que es una defensa de la fraternidad y la generosidad.


 


Y, en este nuevo contexto, como ya he repetido en varias ocasiones, la UE debería aprovechar el momento, para desvincularnos de los EUA, saliendo, masivamente, de la OTAN, pues vemos que ésta ha enloquecido ciegamente, haciendo seguidismo al histriónico Trump (que ha amenazado en no defender a los países que no paguen, que no tengan un presupuesto en armamento del 3%, incumpliendo, así el artículo 5, que dice ‘las partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de las partes, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque contra todas ellas’).


 


Así, la UE debería tener un ejército propio, común y único, efectivo y potente, para intervenir en casos puntuales como el de Ucrania, pero nada más y nada menos. Y, claro, debería fortalecer la defensa contra los ciberataques, que es el gran peligro futuro, como vimos en la serie ‘Zero Day’, dirigida, este año, por Lesli Linka Glatter, con la magistral intervención de Robert De Niro.


 


Y ese cambio debería comportar una cesión de atribuciones de los respectivos estados miembros, pues un ejército común, mediante la mecánica de los vasos comunicantes, debería reflejarse con un descenso de los ejércitos propios, compartir estrategias de armamentos, y, claro, una unificación de la ‘cultura militar’ (un oxímoron por excelencia), etc. En definitiva, debería ser un paso hacia la federación efectiva de Europa. Pero, claro, sabemos que eso es una utopía, ya que ningún estado quiere ni querrá perder poder.


 


Y ante esta utopía, nos encontramos con la negra realidad, unos políticos que nos muestran que si realmente tienen los miles de millones de neuronas (células fundamentales para procesar y transmitir la información, a través del sistema nervioso), las tienen dormidas o, más bien, ocupadas en sus intereses ocultos. Y, esas neuronas no se renuevan ni regeneran, nos acompañan durante toda nuestra vida; por eso, siguiendo con la metáfora que he tomado para titular el presente escrito: ‘La ciudadanía un kit de supervivencia y los líderes un kit de neuronas’, no nos permite grandes alegrías ni esperanzas, pues esos políticos lo pueden comprar casi todo, pero no un kit de neuronas nuevas.


 


Es sabido que las denominadas ‘neuronas espejo’ se activan cuando un individuo ejecuta una acción y observa esa misma acción ejecutada por otro individuo, pues nos sentimos reforzados.


 


Pero no es el caso de los serviles Úrsula von der Leyen (presidenta de la CE), Mark Rutte (secretario general de la OTAN) y Pedro Sánchez, entre otros, que más que verse sintonizados con Trump, mediante el mecanismo de las ‘neuronas espejo’, en realidad padecen el ‘síndrome del esclavo satisfecho’.


 


Ese síndrome, no reconocido como tal, de forma precisa, en los tratados de psicología y psiquiatría, muestra que el principal problema del esclavo no es, en sí mismo, la asunción de las distintas desgracias que tiene que soportar día tras día, por su condición de esclavo, más bien, el problema es la base de su pensamiento, que no le permite cuestionar su esclavitud, y


 


‘ (…) lo peor que le puede pasar a un esclavo es sentirse satisfecho y hasta agradecido de la vida que le ha tocado vivir y del trato que recibe (…) esta satisfacción paradójica  es propia de neuróticos adaptados, que no reflexionan acerca del futuro y reducen la complejidad de la vida a la satisfacción inmediata de la rutina diaria. Aunque muchos contemplan esta filosofía de vida del carpe diem como una muestra loable de adaptación y de optimismo, lo cierto es que es una forma más de autoengaño. La trampa cognitiva radica en que el esclavo satisfecho aumenta progresivamente su aceptación resignada de su condición de esclavo; una condición que, a base de ‘hic et nunc’, termina por pasar inadvertida por el propio individuo (…) que acaba asumiendo la ideología del poder (…) así, las cadenas no sujetan su cuerpo, sino su mente (…) en este sentido, la existencia deja de ser un viaje en busca del bien, la verdad y la felicidad, para convertirse en una sinrazón de espejismos y estereotipos cuya apariencia se revista del bienestar que nos brinda un pensamiento impuesto y asimilado por no tener la valentía de superar a tiempo las cadenas del esclavo (…)’.


 


(https://search.app/huFapTmiQpPghGLNA)


 


Y ésta me parece una buena fotografía de Pedro Sánchez, y de von der Leyen, Rutte, etc., pues todos ellos son esclavos satisfechos de tener como amo y señor al emperador Trump.


 


Efectivamente, Sánchez se muestra crítico con Trump y con sus ‘siete magníficos’, pero es parte de su teatro, ya que, en realidad, como Leyen, Rutte, etc., todos ellos han comprado su discurso, que no es otro que gastar más en armas, aunque sea vestido como la ‘mona de seda’. Sánchez sabe que, si quiere tener una carrera internacional, necesita y necesitará el aprobado del autoconsiderado emperador de la galaxia, y todo lo demás, le importa un bledo, o menos.


 


Por eso, debemos ser críticos, y aprovechar el momento, para distanciarnos de esos personajes narcisistas, y esforzarnos en trabajar por la República Catalana, alejada de esos falsos modelos.


 


amadeopalliser@gmail.com


 


 


__________________________

Otras Entradas

Lo más visto