El manejo transparente del recurso público es, y seguirá siendo, tema vital para cualquier sociedad.
Veracruz no es la excepción, sobre todo cuando la sociedad demanda mayor compromiso social, pero sobre todo cuando espera que los niveles de gobierno resuelvan y atiendan problemas tan elementales como la basura, el agua potable, las carreteras, la infraestructura educativa y hospitalaria.
Ante este escenario, el anuncio realizado por el auditor general del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), Lorenzo Antonio Portilla, de que han sido presentadas 10 denuncias penales en contra de quien o quienes resulten responsables por un daño patrimonial de 285 millones 568 mil 271.92 pesos en la Cuenta Pública del ejercicio fiscal de 2012, resulta por demás indignante.
El descaro de este amigo en verdad ofende la inteligencia y la razón, sabedor de que por medio se pasa llevando al gobernador Javier Duarte, quien ha señalado públicamente que le ha tocado bailar con la más fea, en relación al sentido de la corrupción imperante en la administración pública estatal.
Así, el responsable de fiscalizar el manejo de los entes públicos confirmó que en ocho ayuntamientos y dos entidades del Poder Ejecutivo quedó ratificado el daño patrimonial.
Pero, ¿cuál es el monto del atraco? Tan sólo para ocho ayuntamientos se ha logrado configurar un daño patrimonial por 59 millones 745 mil pesos, en tanto que para el Fideicomiso Público Túnel Sumergido Coatzacoalcos y la Oficina Operadora del Agua de Ciudad Mendoza, el daño patrimonial es por 225 millones 822 mil 355.28 pesos.
Hasta ahí el escenario, pero vayamos a fondo.
¿Quién puede creer, en su sano juicio, que ahora de este entuerto resultará libre de cualquier señalamiento el entonces titular de la desaparecida Secretaría de Comunicaciones, Raúl Zarrabal Ferat, en eso del Fideicomiso Público Puente Coatzacoalcos I?
Por favor, los veracruzanos estamos hasta la madre de mentiras.
Su dicho lo sustenta en asegurar que en el caso de la ex Secom se reintegraron 19 millones 447 mil 670 pesos, por lo que su ex titular y ahora diputado local, Raúl Zarrabal Ferat, fue exonerado y liberado de toda responsabilidad.
Todo mundo sabe y conoce el actuar y el enriquecimiento inexplicable del actual diputado al amparo de un compromiso dejado por la pasada administración estatal. Soñar no cuesta nada, pero mentirle al pueblo llevó al cadalso a los Borbón en Francia.
Así no ayuda a nadie, y con este proceder menos se podrá contar con recursos para hacer frente a la desaceleración económica que enfrenta la entidad.
Esperemos que el presidente de la Comisión de Vigilancia del Congreso local coadyuve a dar seguimiento a los casos y no queden nuevamente en la impunidad.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo