La presión internacional y nacional ejercida por los sucesos ocurridos en la Colonia Narvarte son cada vez más fuertes para el presidente Enrique Peña Nieto, quien por primera vez desde los sucesos del pasado 31 de julio, abordo el tema durante la inauguración de la 33° Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.
Ante el multihomicidio cometido en la ciudad de México, el presidente Enrique Peña Nieto debió salir al paso, ahí durante su discurso enfático subrayó que los procuradores y fiscales deben comprometerse a redoblar esfuerzos y brindar una atención oportuna y debida a la investigación.
El jefe del Ejecutivo instó a los procuradores y fiscales a lograr el esclarecimiento del caso pero sobre todo a presentar ante la justicia a los responsables de agresiones, ataques y homicidios en contra de periodistas y defensores de derechos humanos.
Y es que tras los hechos suscitados en el Distrito Federal, los señalamientos volvieron de nueva cuenta a centrarse en Veracruz.
La reciente carta signada por un más de un centenar de intelectuales comienza a pesar como una losa sobre su administración, colocando de nueva cuenta a su gobierno bajo el escrutinio de la prensa mundial, pero sobre todo, de los tribunales internacionales, a donde sin temor a equivocarse, serán llevados los casos de violencia ocurridos en especialmente en el estado de Veracruz.
Dentro de su carta los periodistas, actores e intelectuales afirman:
“Hoy el periodismo en todo el mundo vive bajo asedio: los reporteros mexicanos, en particular, viven en peligro mortal. Las organizaciones criminales, los funcionarios de gobierno corruptos, y un sistema de impartición de justicia incapaz siquiera de determinar la responsabilidad de los asesinos son causa de la extrema vulnerabilidad de los reporteros.”
En su exhorto los firmantes solicitan dos cosas; primero, “garantizar el esclarecimiento inmediato y efectivo de los asesinatos contra Rubén Espinosa y la enorme cantidad de periodistas en México que han caído como él, y la investigación sin contemplaciones de los funcionarios estatales y municipales que, en cada caso, se puedan haber visto involucrados.”
Segundo, llevar a cabo una “revisión inmediata de los mecanismos para la protección de periodistas y el compromiso efectivo de su gobierno para garantizar la libertad de expresión en México.”
De este modo, el presidente no tuvo más que acatar aquella frase acuñada por el extinto líder del PRI, Carlos Madrazo quien afirmaba “si el pueblo, a medio día dice que es de noche, hay que encender las farolas".
Peña Nieto no permitirá que por estos hechos, cortes internacionales le juzguen, y para atajar la probabilidad ha instruido a la Secretaría de Gobernación para seguir fortaleciendo el mecanismo de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas, dando con ello, salida a la presión que le ejercen los intelectuales.
Pero con ello, abre un frente directo contra Veracruz y su gobierno, en donde los reclamos continúan siendo misiles dirigidos, a pesar de que las evidencias apuntan a otro escenario totalmente ajeno al ejercicio periodístico de Rubén Espinosa y al activismo de Nadia Vera.
Las recientes declaraciones de funcionarios y ex funcionarios, confirmaría que una vez más la administración duartista, siente el agua hasta el cogote, y ante un muy mal ataje informativo, el tema seguirá generando el gas que provoque la inminente explosión resultado de la presión
El tema seguirá dando de qué hablar, mientras en las cortes europeas comienzan a sacar las cuchillas para desmembrar y ejecutar a los culpables; las noches de sueño cuestionadas por Guadalupe Loaeza al mandatario veracruzano, seguirán siendo complicadas, tras conocerse que legisladores federales perredistas pretenden someterle a juicio político.
Al tiempo.

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