“Todo fracaso es el condimento que da sabor al éxito.”
Truman Capote

Hace seis años, mientras se tejía el intrincado escenario para la sucesión, nadie imaginaría la crisis de credibilidad que enfrentaría el gobierno de Veracruz, la administración Duartista se tambalea a pesar de esa jactancia con la que se ha desenvuelto.

El proceso de sucesión ha provocado que la militancia priista comience a expresar su malestar por la condición en cómo se conducen los funcionarios estatales, quienes llegaron sin empacho a saquear, a llevarse lo que encontraron y eso de que se presenten pruebas es una burla, cuando el saqueo ha sido más que evidente.

Ahora resulta que también hasta en eso se le tiene que hacer el trabajo a las instancias responsables de fiscalizar y vigilar el correcto uso del erario.

El priismo veracruzano se encuentra lastimado, ofendido, trasgredido, humillado, el grueso de la plantilla laboral que trabaja para el estado, se encuentra ofendida, ha sido vejada, robada, en muchos de los casos, los funcionarios Duartistas dispusieron de sus salarios, como simple botín, desapareciéndoles de la noche a la mañana las compensaciones, recortándoles su percepción so pena de perder el empleo.

Las declaraciones del senador Emilio Gamboa Patrón, pidiendo a los senadores Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla denunciar al Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, si es que cuentan con pruebas de que ha incurrido en actos de corrupción, son simplemente un tema que causa risa.

A qué nivel habrá llegado la desavenencia que el mismo Gamboa Patrón reveló que el conflicto fue abordado este martes durante la reunión de su bancada, previa a la sesión ordinaria.

Gamboa explicó que se hizo un llamado a los senadores para que busquen el diálogo con el Gobernador.

El llamado del priista es para que prime el diálogo, mismo que se rompió tras el Cañagate.

Pero pareciera que también el llamado de Gamboa Patrón debiese ser exhortado al mandatario estatal, quien fuera el responsable de la agresión.

Aun cuando el tema descubre la preocupación del PRI por lo que pueda ocurrir en Veracruz, la posición del dirigente nacional Manlio Fabio Beltrones confirma que desde la Secretaría de Gobernación se comienza a evaluar el daño, pues los señalamientos de evitar que más priistas se conviertan en nuevos candidatos ciudadanos es la muestra de que este escenario en nada favorece el proyecto Peñista.

La alternancia comienza a ser un tema que preocupa y ocupa a los responsables de la política interior, pues en nada conviene la llegada de populismos recalcitrantes, que nos colocarían en la antesala de vivir una peor crisis social que la que ya enfrenta Veracruz.

Mientras en la aldea todos los frentes están abiertos… y lo que falta.

Al tiempo.


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