LOS VERACRUZANOS QUIEREN EMPLEO, OBRAS, SEGURIDAD. Mientras en el Congreso del Estado, durante la comparecencia del titular de Sefiplan, Antonio Gómez Pelegrín, se analizaba una ofensiva cifra de megadeuda estatal, 54 mil millones de pesos, que quién sabe de dónde sacaban tanto número, en una danza millonaria de pasivos, adeudos, pendientes y una serie de conceptos que nadie entendió, los mortales, los millones de veracruzanos lo que demandan son servicios, obras, carreteras, empleos, educación, salud, seguridad, mismos que debieran estar perfectamente cubiertos por todos esos miles de millones de pesos que se discutieron en el Congreso con el secretario de Finanzas, pero que nadie sabe dónde están, a dónde se fueron o en manos de quién quedaron. Es inadmisible que Veracruz tenga severos rezagos en los diferentes sectores, cuando casi a diario se oye decir a los gobernantes que llegan carretadas y carretadas de dinero para la entidad. Lo de ayer en el Congreso es una de las peores burlas al pueblo.

CRECE LA POBREZA EN VERACRUZ

¿NO SE INVIRTIÓ EL DINERO DESTINADO? Aun cuando se anunció con bombo y platillo la llegada de recursos al estado, como parte del combate a la pobreza por parte de la federación, uno no se explica por qué ésta creció. O no se ejercieron como debían los recursos, les falló el cálculo o algo pasó. Lo que llama la atención es que sea el propio secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade Kuribreña, quien haga los señalamientos, y además que anuncie que pondrá marcaje personal a la entidad, pues se reunirá mensualmente con el gobernador Javier Duarte para ajustar los programas que contribuyan a disminuir los índices de marginalidad, lo que confirma que los avances anunciados han sido, como siempre, sólo cifras alegres. Por cierto, Veracruz se encuentra entre los estados con mayores recursos recibidos para el programa Prospera, tan sólo en 2014 recibió casi cuatro mil 600 millones de pesos.

REZAGO EDUCATIVO, PENDIENTE

PARA NO VARIAR. Los rezagos en Veracruz son muchos, pero que venga el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, a decir que en la entidad hay dos millones de personas que no han terminado la primaria o la secundaria, es para dar pena ajena, pues si algo se ha cacareado ha sido el crecimiento en educación, pero al parecer no es así. El rezago educativo tiene que ver con la falta de empleo, de alimentación, de salud, de recursos. Son los cinturones de pobreza en donde la deserción escolar se da porque los jóvenes tienen que apoyar al gasto familiar, por lo que prefieren trabajar antes que estudiar. En las zonas rurales el fenómeno es igual o peor, pues aquí las mujeres deben pelear contra el machismo para poder concluir algún nivel de escolaridad, que casi siempre es la primaria, y algunas veces ni eso. Sin contar las condiciones de miles de planteles, que carecen de lo indispensable, vaya ni a gises o tizas llegan. Definitivamente, estamos mal.