José Luis Amaya Huerta

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A pesar de las cifras dadas a conocer el pasado martes 27 de septiembre por el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil, en materia de obra pública e inversión, en el marco de su Primer Informe de Gobierno, de lo que no dijo nada el presidente municipal fue sobre el deterioro de la calidad de vida de los xalapeños, que en las últimas semanas se han visto sometidos al estrés y las molestias provocadas por el tráfico, los embotellamientos y la pérdida de tiempo y de horas productivas al día, ante el caótico cierre de calles por la falta de planeación y sincronización de las obras realizadas en la ciudad.
Tanto los automovilistas que diariamente realizan recorridos para ir a la escuela, el trabajo o realizar trámites en el centro de la capital del estado, como aquellos que se dedican al transporte público, taxistas y conductores de autobuses han señalado que durante semanas han tenido que enfrentar no solo la búsqueda de rutas alternas para realizar sus actividades, sino que a veces esas mismas rutas también fueron bloqueadas ante el cierre repentino por el inicio de otra obra y nuevamente tuvieron que cambiar las rutas y buscar otras vías.
Lo anterior ha provocado que en los últimos meses los xalapeños hayan estado sometidos a un estrés diario y que hayan tenido que modificar sus horarios de trabajo o para realizar sus actividades cotidianas, perdiendo horas productivas al día y en suma, afectando su calidad de vida y la de sus familias.
Durante las últimas semanas, avenidas como Rébsamen, Rafael Murillo Vidal, Adolfo Ruiz Cortines, Pípila, Arco Sur, la prolongación Villahermosa, Circuito Presidentes, Circuito Universitario-Gonzalo Aguirre Beltrán, calle Rojano, Gutiérrez Zamora, Diego Leño, paseo Xalapa, Cándido Aguilar, 16 de Septiembre y Lázaro Cárdenas, entre otras, se vieron parcialmente obstruidas por alguna obra de rehabilitación, generando un caos vial en la ciudad.
Incluso, en la segunda quincena de noviembre, previo a las vacaciones decembrinas, el diario de Xalapa publicó una entrevista con la psicóloga Deseret Flores Blanco, quien acertadamente señaló que la molestia colectiva entre los xalapeños es generada por múltiples circunstancias, como esperar en una fila larga y permanecer en el tráfico – el doble de tiempo, habría que agregar - antes o después de cumplir con las obligaciones diarias.
“Sí se siente mucho estrés porque un día sabes por cuáles calles irte para realizar el recorrido y al otro ya te cerraron también las vías alternas, lo que complica mucho que tengas una buena planeación de traslados”, afirmó en aquella ocasión la profesionista.
Mientras tanto, en su Informe de Gobierno, el Alcalde anunció que en 2023 se continuará con estrategias para la aplicación eficiente de los fondos públicos y el desarrollo de acciones basadas en la prioridad, el impacto social y la atención a los grupos más vulnerables.
Así que lo xalapeños tendrán que prepararse con una buena dosis de paciencia para iniciar labores en los primeros días de enero, a partir de la próxima semana, con nuevas ocurrencias y más desorden en la planeación de obras públicas por parte del Ayuntamiento que encabeza Ricardo Ahued.